Nos vamos de compras mi madre y yo (y algo más pasó)
Fecha: 11/07/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos
... acogió entre sus piernas. Me dijo que ya no tenía la regla, con lo que podíamos hacerlo sin condón.
Cogí mi polla y la coloqué en su entrada. Le metí despacio el glande y luego toda de un tirón.
-Quédate dentro de mí un rato, me dijo. Quiero sentirte dentro.
Así lo hice.
Cuando le pareció bien, me dijo que empezara a follármela.
Obedecí y empecé a bombearla. Dentro, fuera, dentro, fuera. La verdad es que lo había hecho con una novia, con lo que no era virgen oficialmente, pero solo lo habíamos hecho una vez, así que no sé cuánto duraría.
Mi madre gemía como una loca, mientras me agarraba el culo para empujarme más dentro de ella aún.
-Ah, ah, ah, aaaaah, hijo, sigue así, que me bien me follas, sigue, sigue, sigueeee.
Yo gemía, pero no me atrevía a decir su nombre, ni siquiera mamá.
-¿Que, te gusta? ¿Te gusta hijo? ¿Te... gus... taaaa...?
Di un par más de empujones y me corrí.
-Me corrooo... me co... rroooo...
-Sí, hijo, suéltame toda tu leche.
Paré de bombear y me salí de ella. Me tumbé boca arriba extasiado.
-¿Que hemos hecho mamá?
-Nada. Tu madre necesitaba una polla caliente hace mucho y tú me la has dado.
-No puede ser, soy tu hijo.
-Pues que sepas que yo no me he corrido todavía.
-Estoy agotado.
-Tu padre podía hacérmelo durante horas.
Entonces se agachó y empezó a chuparme la polla.
Era muy morboso, ver como tu madre, la que te dio la vida, ahora estaba chupándote el rabo, como si no hubiera un ...
... mañana.
Enseguida estaba otra vez a tope y ya de perdidos, al río, pensé.
Volví a follármela conmigo encima. Solo que esta vez, miraba a mi madre y al reloj de su mesilla alternativamente, ya que mi hermana estaría a punto de volver del colegio y menudo espectáculo si nos pillaba haciéndolo.
Yo seguía dándole duro a mi madre, cuando oí que se abría la puerta de casa. Era mi hermana, que no sé por qué llegaba hoy unos minutos antes.
-No pares hijo, no te pares ahora. Quiero correrme.
Pero me preocupaba, mi hermana podía oír el traqueteo de la cama.
-¡Mamá! ¿dónde estás? preguntó ella.
-Espérame en la cocina cariño. Ahora mismo voy.
-No se te ocurra parar ¿eh? me dijo.
-Vale mamá.
Durante un rato más aguanté sin correrme, aunque ahora quería hacerlo para salir de esta situación, y que mi hermana no nos pillase.
Al cabo de unos cinco minutos, descargué de nuevo en mi madre. Di unos últimos espasmos más y terminé de echarle toda mi leche.
Me salí de ella, que se puso las bragas, el sujetador y la bata, y se fue a la cocina.
Yo me tumbé boca arriba, mientras recuperaba la respiración, y oí como mi madre le preparaba algo de merendar a mi hermana. No nos pilló porque mi hermana es muy obediente y esperó en la cocina.
Después de eso, le dije a mi madre que teníamos que tener cuidado de que no nos descubriese mi hermana.
-¿O sea, que eso quiere decir que quieres repetir?
-Mamá, tengo que confesarte, le dije, que tienes un cuerpazo y que me pones ...