1. Nos vamos de compras mi madre y yo (y algo más pasó)


    Fecha: 11/07/2020, Categorías: Incesto Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... mucho, y que si hace mucho que nadie te da sexo, aquí tienes a tu hijo para darte placer.
    
    Ella sonrió y me dijo que en cuanto mi hermana se acostase, volveríamos a hacerlo, si no me importaba.
    
    -Claro que no mamá, me encantará volver a follarte.
    
    Estaba deseando que pasara el día y llegara la noche para volver a tirarme a mi madre. El incesto no me importaba. Yo no tenía pareja y ella tampoco, así que ¿qué mejor que nosotros dos para darnos placer?
    
    Llegó la noche y en cuanto mi hermana se acostó, mi madre y yo ya estábamos encima de su cama, toqueteándonos, sobándonos y besándonos apasionadamente.
    
    La quite el sujetador y le besé las tetas. Chupé sus pezones redonditos y ella se moría de gusto. Bajé con mi mano hasta su ombligo y antes de llegar a su chocho, me paré en sus muslos. Quería retrasar su placer al máximo.
    
    Lamí la cara interna de sus muslos y para entonces ella estaba excitada a más no poder y me pedía que se la metiera ya.
    
    Mi polla también estaba a cien, así que no me hice de rogar más. Se la metí rápido y la bombeé bien fuerte.
    
    La cama temblaba con mis embestidas y ella gemía bajito para que no nos oyera mi hermana.
    
    Al rato, ella decidió cambiar la postura y ser ella quien se pusiera sobre ...
    ... mí cabalgándome.
    
    Botaba sobre mi polla y yo estaba disfrutando como un loco. Pero claro, nuestros gemidos fueron en aumento.
    
    -¡Ah, ah, ah! ¡Qué gusto, hijo! ¡Sigue así! ¡Así! ¡Asiiiii!
    
    La cama botaba como si fuera a romperse y en esto que oímos una voz:
    
    -Mamá, ¿estás bien?
    
    Era mi hermana, a la que habíamos despertado.
    
    -Sí, hija, decía, aguantándose los gemidos. Es que he tenido una pesadi... lla... lla...
    
    -¡Mamá! no gimas. Le dije. Aguántate.
    
    Ella seguía botando sobre mí. No podía parar.
    
    Cuando vimos que mi hermana se había vuelto a dormir, mi madre se salió de mí, se giró y me cabalgó de espaldas. Yo agarré sus caderas. La visión de su culo botando era increíble. Seguimos un rato más en esa postura, con mis manos en sus caderas y más tarde yo me corrí.
    
    -Ungggg. Tuve que tragarme mis gemidos.
    
    Mi madre aun aguantaba y luego volvió a follarme de frente y al poco rato se corrió también.
    
    Se agarró a mis hombros y se mordió los labios mientras explotó su orgasmo. Echó la cabeza hacia atrás al llegar al clímax.
    
    Ya tumbados en la cama, le dije:
    
    -Por poco nos pilla mi hermana.
    
    -La próxima vez, la mandamos de vacaciones.
    
    -Sí, será lo mejor, jeje.
    
    Así empezamos nuestra historia incestuosa. 
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