1. Cuando un hijo comienza a ver con otros ojos a su madre (2)


    Fecha: 20/07/2020, Categorías: Voyerismo Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    ... siempre habían sido amigos y cómplices, en las buenas y en las malas, sabían comunicarse con una mirada y hasta con el silencio.
    
    Susana rompió el momento para retomar las cosas donde habían quedado la última vez:
    
    —Hay que bañarse, no quiero que me hagas caras porque huelo feo.
    
    —Tú nunca hueles feo, pero sí hay que bañarnos.
    
    —Te voy a dar un buen baño, espero no tener que corretearte como antes.
    
    Susana se levantó del sillón y de un breve movimiento se sacó la camiseta quedando completamente desnuda, Alfredo estaba como hipnotizado por ver el cuerpo de su madre ya que lo ocurrido la noche anterior había sido con muy poca luz, así que solo se había deleitado con su silueta. La mirada de Alfredo fue directo a la pelvis de su madre, ese hermoso clavel color castaño a la mitad de su cuerpo destacaba de su piel blanca, pero sus pechos de tamaño medio, aún firmes y su cabello también castaño claro en el que apenas y se distinguían algunas insipientes canas completaban tan maravilloso cuadro. Susana dio media vuelta y se dirigió al baño, la excitación de Alfredo terminó de consumarse al ver el pequeño pero bien formado trasero de su madre moviéndose rítmicamente en un andar sexy que nunca antes había visto.
    
    Susana por su parte se sentía libre y rejuvenecida, el amor que sentía por Alfredo y su naciente deseo por ese muchacho espigado de piel morena que era su orgullo, se notaba en sus movimientos, en su voz, en el ronroneo que suele haber en la voz de los ...
    ... enamorados. Susana era consciente de lo que estaba pasando, no era ninguna zorra, una MILF, o cualquier tipo de personaje obsceno, simplemente era una mujer digna de ser amada y respetada, una mujer que aún podía provocarle deseos a un hombre, y que mejor que al hombre al cual amaba con todo su corazón.
    
    —¿Vienes o voy por ti con la chancla? —dijo Susana entre risas.
    
    —Ya voy
    
    Alfredo se quitó rápido el bóxer y la camiseta y con el pene duro como piedra se dirigió al baño que tenía la puerta totalmente abierta. Susana se dio cuenta de la erección de Alfredo, y haciendo uso de todas sus fuerzas trató de no lanzarse por ese pedazo de carne que deseaba con ansias y le extendió la mano invitándolo a pasar a la regadera.
    
    —Métete, esta rica el agua.
    
    Cada uno comenzó a lavarse el cabello a sí mismo, no era una situación erótica sino de juego, dos niños disfrutando del agua...
    
    —Enjuágate bien las orejas! —dijo Alfredo, al momento que aventaba un poco de agua a la cara de Susana
    
    Los dos se rieron y buscaron sus bocas para darse un beso, el cual despertó nuevamente el deseo y de forma muy sensual ambos comenzaron a enjabonarse sus cuerpos mutuamente, Alfredo se puso atrás de Susana y acariciaba su espalda con la palma de su mano, después deslizaba sus manos para enjabonarle los pechos aprovechando en apretar sus pezones erectos, mientras que su pene jugaba a meterse entre las nalgas de Susana, aunque esto con cierta dificultad por la diferencia de estaturas. Después de un rato ...