Desafío de galaxias (capitulo 82)
Fecha: 20/07/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... pelusillas de los hombros.
—¿Tú te crees? —le dijo Marisol— quiere que me ponga una puta mantilla blanca para el bautizo de la niña.
—Y bien guapa que vas a estar.
—Vete a tomar por el culo, ¡anda corre!
A media tarde, todo estaba preparado en el enorme vestíbulo principal del Parlamento Republicano para recibir oficialmente al presidente y su sequito. El recinto había sido preparado urgentemente: los escombros habían desaparecido al igual que los destrozados escaños de madera y, a pesar de los enormes destrozos, todo parecía bastante pulcro. Una representación militar multiétnica, impecablemente uniformados de gala, formaban en un lateral del vestíbulo, junto a todo el Estado Mayor que también estaba alineado. Al otro lado del vestíbulo, se alineaban las más altas personalidades de la República, junto con los ministros y un buen número de parlamentarios federales. El presidente llegó en una lanzadera, acompañado por los doce cancilleres que había llevado el peso principal de la guerra, y la reverenda madre. Entró por el hueco donde antes estaba la puerta principal, y por una alfombra roja se encaminó al encuentro de Marisol, que, a duras penas, en posición de firmes, le esperaba. Cuándo llegó frente a ella, saludo militarmente y le ofreció la mano.
—Señor presidente: a sus ordenes, —el presidente aceptó su mano, y a continuación, la abrazó dándola dos besos.
—Lo has conseguido.
—No señor presidente: lo hemos conseguido todos. Permítame presentarle a mi ...
... Estado Mayor, aunque ya los conoce a todos.
—Por supuesto: sigamos el protocolo.
—Pero permítame apoyarme en su brazo, la verdad es que no estoy en mi mejor momento.
—Lo sé, he hablado con tu médico y me ha informado, —dijo Fiakro ofreciéndola el brazo. Uno a uno, y empezando por Marión, y siguiendo por Anahis, fue saludando a todo el Estado Mayor. A continuación, y acompañado por Marión, paso revista a las tropas, mientras el sargento llevaba a Marisol hacia el atril para los discursos, donde ya estaban los cancilleres. Cuándo el presidente se unió a ellos, comenzó el acto protocolario y varios de los cancilleres tomaron la palabra. Cuándo finalizaron, el presidente Fiakro comenzó a hablar.
—Recuerdo nítidamente el día que una jovencita con cara de asustada, vestida con el uniforme del Tercio Viejo de Voluntarios Españoles, entro en mi despacho. La verdad es que no sabría decir quien estaba más asustado, si ella o yo; en su caso porque nunca había estado en la capital federal, en el mío, por la incertidumbre de lo que se avecinaba. Pero hoy estamos aquí, once años después, y esa jovencita se ha convertido en el militar más laureado de la historia de la galaxia y ha conseguido la victoria más colosal que han visto los tiempos, —el presidente tuvo que parar por los aplausos—. Una victoria que ha eclipsado las proezas de Matilda y la Princesa Súm. Pero esta victoria no ha salido gratis: millones de soldados, y miles de millones de civiles, han muerto en estos once ...