1. El dilema -2


    Fecha: 24/07/2020, Categorías: Gays Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... corriéndome y parecía que no podía parar, mis manos siguieron funcionando y me llevaron solas a volver a abrir otro video.
    
    Por error o porque así lo marcaba mi destino ahora se abría el video de incesto de madre e hija, el parecido entre ambas era asombroso, la madre empezó acariciando el cuello y la espalda de la hija, le besaba el lóbulo de las orejas metía su lengua y la deslizaba de ahí hasta su boca, se besaron ardientemente intercambiaron salivas y mutuamente empezaron a frotarse los senos mientras que sus manos apretaban simultáneamente sus nalgas haciendo que sus pubis se juntaran, sentí correr el deseo nuevamente, no pude evitarlo y mi mano nuevamente se perdió entre los labios de mi vagina, al hacerlo mi clítoris recibía el frotamiento insistente de mis dedos, goce, goce, suavemente mi fuego comenzó a circular por toda mi sangre, llevaba placer de mi corazón a mi cerebro, no obstante, mis pezones se mantenían duros y anhelantes de caricias, con la otra mano moví el indicador para buscar otro video.
    
    Habiendo empezado a las doce del día, para las seis de la tarde, me sentía agotada pero febrilmente excitada, decidí meterme a bañar, la caricia que el agua me ofreció, no hiso más que calmarme temporalmente, después fueron las mismas gotas las que me llevaron a acostarme en el piso y ofrecer toda mi vulva al repetitivo golpeteo de las gotas sobre mi clítoris, me deje llevar al limbo del placer, mi corrida fue espectacular, cuando no pude soportar más, me acune yo ...
    ... misma y pase del orgasmo a las lágrimas, solloce quedamente y me puse en pie cuando el agua empezó a ser muy fría.
    
    ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Por qué pase de una chica tranquila a una masturbadora compulsiva? ¿Cuándo cambie tanto? ¿El cambio era para bien? No, no tenía una respuesta precisa para estos planteamientos, mis ojos estaban enrojecidos, mis labios y mi boca secos, todos mis líquidos se habían salido por mi vagina, como si mi madre lo hubiera intuido, llamo a mi puerta: -¡Hija, necesitas comer algo! ¡Aquí te dejo una charola, con comida! Por favor abre y tómala, me voy.
    
    Escuche sus pasos que se perdían en el pasillo, me decidí y abrí la puerta lo suficiente para recoger del piso la charola, venia también con una jarra de lo que pensé era jugo, cerré nuevamente y puse el seguro, me quite la bata de baño y me puse una camiseta encima, sin bragas, me dispuse a comer.
    
    La jarra contenía vino casero con frutas picadas y cubos de hielo que le daban un nivel de frescura refrescante, bebí dos vasos casi de tirón, deje las frutas a un lado, comí, el efecto del vino, llevo calor a mi sangre, por si misma mi vagina recibió la señal de mayor flujo de sangre en mi cuerpo, empecé a sentirla palpitar, ya estaba inflamada ahora mi clítoris no era tan visible, tome los trozos de fruta entre mis dedos y antes de llevarlos a mi boca los pase por mi vagina, su frescura provoco una sensación gratísima, los líquidos empezaron a fluir, la fruta me supo más sabrosa que siempre, ...
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