1. Inmorales: debutando con mi tía


    Fecha: 07/10/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    ... estremecía y ella jadeaba diciendo que quería tragarse mi lechita.
    
    Lo logró sin demasiado esfuerzo, porque todo lo que un nene de 19 años y sin experiencias puede hacer con facilidad es acabar una y otra vez. La vi lamerse los labios con cara de gozo mientras la oía hacer gárgaras con mi leche antes de tragarla.
    
    ¡ahora me vas a sacar la bombachita, y la tía te va a poner un forrito!, dijo mientras hurgaba en un cajón. Se paró frente a mí, me levantó de un solo tirón de pelo y puso mi mano en el elástico de su bombacha negra, la que le quité con la ayuda de sus piernas.
    
    ¡mirame la concha, pero mirala bien… ahí es donde me vas a meter el pito nene!, explicó mientras se abría todo lo que podía. Luego me sentó, me dio su bombacha para que la oliera y aprovechó a ponerme el forro diciendo:
    
    ¡esto, cada vez que estés con alguna pendejita te lo ponés, si no querés que quede embarazada!
    
    De inmediato me empujó en la cama, se me subió encima y colocó mi pija en el umbral de su sexo. Entró sin problemas, y ella empezó a subir y bajar, brincar cada vez más encendida, gemir y decir cosas como: ¡dale guachito, cogé así, cogeme toda, dame leche!
    
    Yo sentía que me iba a desarmar adentro de ella. Estaba caliente, húmeda, estrechita y peluda. Fue la concha que me sacó la virginidad, y mi cuerpo se lo agradeció con creces.
    
    Acabé una vez, y se lo dije a mi tía. Pero ella seguía trepada a mí sin detener su ritmo, ya que se me volvía a poner dura como un ladrillo. Acabé otra ...
    ... vez, y ahora la tía clavaba sus uñas en mi pecho, me daba tetazos en la cara, me tapaba la boca con sus manos, me decía que se sentía una puta, que quería cogerme todos los días y me pedía que le pegue en el culo. Acabé una vez más, y mi tía parecía desvanecerse sobre mí, con su aliento cansado, los pulmones inquietos, los ojos con lágrimas, las manos intrépidas y bañadas en sudor. Yo estaba igual, y creo que cuando me sacó el condón repleto de semen se me escapó un te amo.
    
    La tía se acostó a mi lado desnuda y me comió la boca con desesperación mientras decía que la próxima me dejaría que le acabe todo adentro de la conchita.
    
    Pronto ambos nos quedamos tiesos. Mi madre golpeaba la puerta con una inocultable preocupación. Melina me pidió que me haga el dormido y me tapó para abrir la puerta. Mi madre lloraba feliz de que estemos a salvo del caos de la casa de en frente.
    
    ¡Melina, no podés dormir así con Gabriel, por favor!, susurró mi madre al verla desnuda, y ella explicó que estaba por darse una ducha. Mi madre no pareció complacida por la respuesta.
    
    Esa misma noche oí una conversación entre ellas, en el patio.
    
    ¡Gabi ya no es un nene Meli, así que basta de andar con las tetas así, o de llevarlo a tu pieza… puede y debe dormir solo!
    
    ¡pasa que no sabés la poronga hermosa que tiene, y toda la leche que larga cuando acaba… sus sábanas viven enlechadas!
    
    Mi madre le pidió que baje la voz, pero mi tía seguía.
    
    ¡aparte, él me roba las bombachas y se las lleva a su ...
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