1. Secreto a cuatro voces


    Fecha: 08/10/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Sirena y Triton, Fuente: CuentoRelatos

    ... orgasmos. Sólo se le oía decir: “Cuántas veces he vivido esto en mi cabeza César”; “Estaba segura que me cogerías super rico”; “César, mi cuca te ha esperado mucho, cógeme más”. Gritaba como si nadie estuviera alrededor.
    
    Ya Tamy tenía rato chupando y lamiendo el pene de Roberto, se levantó, lo agarró de la mano y lo condujo hasta el otro lado de la cama donde se encontraba la otra pareja. Se acostó, abrió las piernas, y sin contenerse, comenzó a decir: “Coño, cógeme rico. Yo sé que me vas hacer irritar la cuca”. Roberto se subió encima y esta lo abrazó con piernas y brazos, como si no lo quisiera soltar nunca. Cuando él la penetró, ella suspiró y comenzó a besarlo como si lo hubiera deseado por años. Sólo separaba los labios para decir: “Coño e´la madre, que cosa más rica”; “Eres el macho que yo quería”.
    
    César volvió a resoplar con ganas de terminar. Ya Carolina había conseguido cuatro o cinco orgasmos, pero seguía muy excitada. De manera inesperada, le dijo a César que parará, que quería darle algo especial. Este, con cierta desazón pues estaba por terminar, se separó y ella aprovechó para voltearse y colocar la almohada debajo de su vientre, quedando su trasero levantado y expuesto. Con sus dos manos separó un tanto sus nalgas y César no pudo aguantar lo que veía, y de una manera muy ansiosa y un tanto rústica, consiguió introducirle el pene en el ano. La bombeaba bastante rápido, y aunque al principio le dolió un tanto a Carolina, lograron tener un orgasmo ...
    ... simultaneo.
    
    Al lado, Tamy comenzó a soltar sus piernas, pues Roberto aceleraba el ritmo cada véz más. Ella gritaba mientras tenía sus orgasmos: “Métemelo duro, como si me fuera a salir por la garganta”; “Dale. Que buen macho tengo encima”. Y en un instante de excitación, él, la volteó y la colocó de lado. Le subió un poco su pierna izquierda hasta que su rodilla se acercara a su pecho. Roberto volvió a penetrarla y esta vez la bombeaba más rápido. La posición le permitía al mismo tiempo tocarle sus pequeños pechos y le dejaba espacio para que pudiera decir lo que ella quisiera. Pero esta, al ver que ya Roberto iba a soltar el semen, sólo gritaba de placer.
    
    César se quedó un rato sobre la espalda de Carolina. Roberto, después de quitarse el preservativo, se acostó al lado de Tamy y le acariciaba el costado del cuerpo. Carolina le decía a César que estuvo muy bueno, y que ahora con más razón le gustaría hacerlo de nuevo, para probar otras cosas. Tamy y Roberto sudaban bastante, y fue por eso que él se levantó a buscar una toalla. Fue sólo hasta ese momento que ambas parejas recordaron que sus respectivos cónyuges estaban también ahí.
    
    Hubo unas sonrisas entrecortadas y algunos silencios largos, mientras pasaba por la mente de las féminas todo lo que habían dicho y gritado. Pero al poco rato, el cansancio los venció. Después de tomar un poco de agua se dispusieron a dormir. Los cuatro durmieron en la misma cama. Y en el medio de la noche, hubo más toqueteos, manoseos y uno que ...
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