1. Una para todos (Tercera parte)


    Fecha: 17/08/2020, Categorías: Transexuales Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... succionaba y seguía mamando.
    
    —Trágate toda la leche putita!
    
    —mmmm
    
    —Ahora enséñame tu boca!
    
    —haaaaa!
    
    Fernanda abrió su boca para mostrarle que no quedaba ni una gota en su boca y luego siguió mamándole la verga un rato.
    
    —Quisiera quedarme todo el día aquí, pero deje a mi mujercita sola en una fiesta.
    
    —¿Te saliste de la fiesta?
    
    —Larga historia, me voy. ¿Te pido un taxi?
    
    —No, le llamó a papa para que pase por mi.
    
    —¿AQUÍ?
    
    —Obvio no menso. Lo espero en el metro.
    
    —¿Segura?
    
    —Si, ya vete o te roban a tu Mujer.
    
    Tardo un rato dándose un largo baño, ya le había hablado a su padre estaba a más de una hora de camino. Bajo y lo espero sobre la avenid Tlalpan, que es conocida por ofrecer sexoservicio. Una docena de autos bajaron su velocidad para admirar el hermoso cuerpo de Fernanda.
    
    —¡¿De a cómo mamacita?!
    
    —Ven súbete güera!
    
    Por suerte o para mala suerte, porque ella lo estaba disfrutando. Llegó su padre y con la misma cara de asombro miró el vestuario diminuto de su hija.
    
    —¡¿Qué haces acá y vestida así?! ¿Estas loca?
    
    —Pues nada, larga historia.
    
    La mirada de papá en sus piernas le agradaba. Sabía que debajo de ese pantalón tenía ya la verga dura. Y ella jugaba con él, separaba las piernas y se asomaba por la ventanilla para dejarle ver de más.
    
    —Ya deja de hacer eso, vamos a chocar chingada madre Fernanda!
    
    —¿Y dónde dejaste a mamá?
    
    —Se fue al súper, Sabes que los sábados es feliz haciendo filas interminables para ...
    ... pagar la despensa.
    
    —¿Y la dejaste sola?
    
    —Ya sabes que odio las colas
    
    —La mía no, te he sentido muy animado en mi colita pa’
    
    La sonrisa cómplice de papá les hizo recordar las noches pasadas y el sexo a hurtadillas que tenían en casa. Cuando llegaron a casa, se aseguraron de que nadie estuviera en casa. Luego Fernanda lo llevó de la mano hasta su habitación y lo sentó en la cama.
    
    —¿Que me vas a hacer niña?
    
    —Hacerte feliz
    
    —Podría llegar tu madre en cualquier momento.
    
    —Sabes que se tarda horas y además aprovecha para tomarse un café con sus amigas. Relájate.
    
    Cuando le bajo el pantalón, la enorme verga de papá salió erigida como un mástil. Ambos sonrieron. Pero Fernanda ya estaba llena de poder. Sabía que controlaba cualquier situación. Comenzó a chupar la punta de la verga y clavó sus ojos en los ojos de su padre. La verga entraba y salía de su boca y ella casi ni parpadeaba, además le encantaba ver la cara de su padre contener el aliento y soltarlo resoplando.
    
    —Me gusta verte con mi verga en la boca.
    
    —Me gusta tener tu vergota en mi boca, soy tu putita papito. Obedezco.
    
    —Vamos abre bien la boca, quiero que te llegue hasta la garganta.
    
    —haaaagggg!
    
    La verga entraba y las pelotas de don Antonio chocaban con el mentón de Fernanda que aunque tenía la boca llena, seguía mirando fijamente a papá.
    
    —¡HOLA, YA LLEGUE! ¡¿Estas en tu cuarto Fernanda?!
    
    —¡SIIII!
    
    —¿Y tu papá esta?
    
    —No lo he visto he!
    
    Fernanda seguía mamando y Don Antonio ...
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