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Mi esposo el alcohólico
Fecha: 08/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Analucy Torelo, Fuente: CuentoRelatos
... de inmediato ya que sus manos se deslizaron discretamente hacia mis nalgas para más tarde posarlas sin reparo sobre ellas e incluso levantar mi culo con ambas manos para hacerme notar su endurecida verga Por sobre la ropa Mario restregó su verga en mi entrepierna y luego me ayudó a girar para hacer lo mismo en mí en mi culo. Al acercarnos a la mesa Adolfo estaba completamente borracho. Mario tenía una magnífica erección y yo había empapado mis bragas. ¡Literalmente me tenía chorreando de deseo! Era tiempo de irnos. Subimos a mi auto nuevamente, en el asiento trasero viajaría Adolfo mientras nosotros subimos al frente. Al arrancar y escudada por la oscuridad me acerqué a su bragueta extrayendo su polla, empecé a succionarle desesperadamente. No noté que mientras me tragaba su verga entera y lamía sus bolas, él se dirigía a un motel Se estacionó y pagó luego subimos a la habitación dejando al ebrio de mi esposo dentro del auto. Yo iba literalmente chorreando mientras subía la pequeña escalera, Mario abrió apresuradamente la puerta y tras cerrarla me presionó contra esta, mientras se deshacía de mi vestido, le quité la camisa y le bajé los pantalones. Sus dedos invadían mi coño y mi culo mientras él mordisqueaba mis pezones sobre el sostén. Me arrojó sobre la cama y arrancándome la ropa interior comenzó a comerme el coño. Su lengua masajeaba el hinchado clítoris mientras sus manos se encargaban de apretar mis nalgas buscando el orificio trasero. ¡Al fin estaba ...
... realizando mi fantasía! Mis gemidos comenzaron a elevarse por sobre la habitación, mi esposo estaba a unos metros de distancia mientras otro hombre me arrancaba gritos de placer Le supliqué a Mario que me la metiera, necesitaba sentir su dureza, su grosor invadiéndome.Entonces levantó mis piernas y aproximó su polla a la entrada de mi coño, su glande estaba hinchado y lo acercó lentamente Parecía interminable la espera. Tanto que me hizo gritarle: ¡Fóllame ya hijo de puta! ¡Dame lo que el borracho no me da! Fue suficiente para que Mario enloqueciera y de un empellón me penetrara hasta el fondo Más gritos escaparon de mi boca y yo no hice nada para disimularlos, dentro de mí deseaba que Adolfo los escuchara que supiera que mientras él se llenaba de alcohol las venas, yo era follada por un hombre de verdad Vino el clímax, el primero de la noche ya que Mario conoció mi culo y mi boca un par de veces más. Yo tragué su leche y le ofrecí de beber del néctar resguardado entre mis labios Me la metió tantas veces como sus fuerzas lo permitieron Al terminar me llevó a casa junto a mi esposo quien no recobró el sentido hasta la mañana siguiente Siguió así un periodo en el que no desaproveché cada vez que pude disponer de este semental. Tuvimos algunos encuentros solo los dos. He de admitir que no eran tan satisfactoriamente morbosos como cuando mi marido inconsciente por el alcohol se encontraba cerca. Luego vino el compromiso de Mario con Anahí. En ...