1. La costa y su encanto


    Fecha: 25/08/2020, Categorías: Masturbación Autor: Marcos Sur, Fuente: CuentoRelatos

    Tener la suerte de vivir en una ciudad que la gente utiliza normalmente para sus vacaciones tienes sus ventajas. Mientras todos tienen que desplazarse tú tienes una variedad para de ocio que llena tu ciudad durante todo el año.
    
    En aquella época tenía 26 años, moreno de piel y de pelo moreno rizado larguito, ojos verdes y un cuerpo hecho a base de la bici y un poco de surf en invierno. Mi carrera de empresariales en una privada me daba conocimiento suficiente como para llevar la administración a la empresa de mis tíos, un trabajo tranquilo donde podía tener flexibilidad, afinidad y un sueldo que me permitía vivir desahogado. Mi soltería era fruto de relaciones con finales tristes y que me mantenían al margen de disgustos innecesarios.
    
    El verano se planteaba sin vacaciones, porque había gastado mis días en viajes en invierno y por muy familia mía que fueran debía ganarme mi mensualidad. Pero esto no era impedimento para disfrutar los viernes y los sábados, aprovechando el ambiente de mi ciudad costera.
    
    En esos findes de julio andábamos como pez en el agua, siempre jugando en casa, con nuevas compañías cada verano y diversión sin compromisos. Un grupo de amigos que nos habíamos criado juntos y que nos conocíamos como si fuéramos familia.
    
    Las noches las administrábamos con un botellón para empezar que servía para ahorrar un poco ya que los precios en la costa no eran precisamente populares. Tras eso nos dirigíamos a las terrazas y pubs bastante más entonados, ...
    ... donde era fácil pasar sin entrada pues nos conocían de todo el año.
    
    Quizás porque fuera justo el cambio de quincena de Julio o por ser fiesta local todos los locales estaban llenísimos y no sabíamos donde entrar. La noche se complicaba y nos alteraba nuestro acostumbrado escenario. Uno de mis amigos dijo de ir a la terraza de su familia donde había una música tipo chill out y un ambiente de gente más mayor que nosotros pero muy agradable.
    
    Para que os vayáis familiarizando mi nombre es Pablo y esa noche íbamos tres amigos. Nos habíamos vestido casual. Yo llevaba unos tejanos celestes un poco skinny, una camisa de cuadros celestes de Polo y unos náuticos azul marino. De perfume usaba Blue de RL que no me iba mal.
    
    Al llegar al pub nos sentamos en el reservado pues íbamos con enchufe... así que no nos cortamos y pedimos una cachimba de melón y una cubitera con una botella de Jhonny Walker. No teníamos queja, allí nos trataban como reyes y estábamos disfrutando de las copas y las risas. El local era amplio y aunque no había chicas de nuestra edad nos conformábamos con la conversación animada de nuestro día a día.
    
    Entre esas risas no nos percatamos que en los sillones de al lado había dos chicas de unos treinta y cinco años que nos miraban riéndose como si vieran a unos peques en un parque (cuestión que no nos agradaba pero que asumíamos porque se les veía mucho más avispadas que nosotros). Estaba bebiéndose una botella de Puertos de Indias y se entretenían con nuestras ...
«1234»