Delicioso y Prohibido II. La seducción de Diego
Fecha: 26/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Kalinero, Fuente: SexoSinTabues
... sentirla entrar en mí con más fuerza. Diego comenzó a manosearme un pecho mientras me sujetaba la cara contra su muslo. Su pene parecía la torre de pisa que salía sobre el horizonte rubio y peludo de su pubis. Una mano de Juan se deslizó pro el vientre y comenzó a acariciarme el clítoris mientras me follaba. Comencé a gemir -Ouh ouh ouh- cada vez que me embestía. Mi cara se movía y mi mejilla se frotaba contra los muslos de Daniel. Sentía el movimiento basculante del pecho que no estaba atrapado por la mano de Diego. Comencé a sentir la proximidad del orgasmo. Estaba a punto de estallar. Grité por fin. - ¡Me voy a correr! Y al cabo de unos segundos me invadió una ola de intenso calor, de placer, de cosquillas en el interior de mi cuerpo. Juan entonces comenzó a bombear su semen contra mí, moviéndose exageradamente, y agarrándome con toda su fuerza de una manera posesiva. Se echó sobre mi espalda y comenzó a besarla, una vez que había acabado. Cerré los ojos, pero cuando los abrí, ahí estaba la torre de pisa sobre el vientre rubio de Diego. Me quedé disfrutando del orgasmo sentido, de la sensación gratificante del cuerpo de Juan sobre mi espalda, y del semen en mi vagina. Apartó el pelo de mi mejilla y me besó tierna y repetidamente. Luego se levantó. Yo me abracé a Diego. Quería buscar su polla, pero volvió a impedirme que la atrapara. Se puso de pie y me ayudó a levantarme tirando de mi mano. Diego comenzó a andar y fui detrás de él hasta mi dormitorio. Me empujó hasta la ...
... cama y caí de bruces. Me tomó las dos manos y puso mis piernas sobre sus hombros. Entrelacé los tobillos detrás de su cuello. Mi coño seguía húmedo cuando comencé a notar que me penetraba con su ariete. Juan entró y se puso en la cama, de rodillas detrás de mí. Me agarró las manos y los puso por encima de mis hombros. Me miraba a la cara y miraba cómo Diego me follaba. Diego estaba de píe mientras me embestía una y otra vez con las piernas arqueadas. Yo estaba en el filo de la cama. El hecho de que Juan me atrapara las manos me ponía muy cachonda. Antes de que me diera cuenta, estaba otra vez excitada, con el climax por las nubes y el orgasmo viniendo lentamente. Diego movía su cuerpo desde atrás hacia delante, y al llegar a mi sexo, se levantaba y se separaba ligeramente, para volver a empezar. Pensé en que me estaba penetrando cuando el semen de su hermano todavía estaba dentro de mí y aquello no lo puede aguantar. Comencé a gemir de nuevo, a llorar de placer, y chillar mientras me corría. Volví a sentir una nueva ola de líquido viscoso y caliente que salía a chorritos del pene de Diego. Me acordé cuando unos meses antes los había llevado a los dos a hacerse la fimosis y pensé lo hermoso que sería ser follada por los dos. Pero nunca me imaginé que sería así, casi a la vez, uno detrás de otro. Aquella noche dormimos los tres juntos. Yo en el centro, y mis dos cachorros, uno a cada lado. Mis chicos han aprendido a organizarse. Los lunes y miércoles soy de Juan. Los martes y ...