1. Seduje a mi sobrino ya madurita


    Fecha: 28/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... rojo de la vergüenza, no sabía cómo actuar, ni que responderme no caí en la cuenta hasta cuando me alejaba de él, sentí que no apartaba sus ojos de mi cuerpo especialmente mi trasero. Me gustó sentirme deseada por lo que de hembra que tenía guardado desde hace tanto tiempo salió. Nunca había sentido que mi vagina se humedezca, en otra ocasión me hubiera dado un duchazo en agua fría y cambiado de ropa, dedicaría mi tiempo a tejer para olvidarme de como me sentía. Me quedé inquieta, caliente muy excitada con ganas de llegar a algo más, recordé mis mejores experiencias sexuales nunca me entregué a hombre alguno tan fácilmente pero con él fue diferente ya nque me comporté como una mujer cualquiera.
    
    El continuo con sus estudios yo me puse a hacer el almuerzo hasta que lo llamo diciendole:
    
    -Marido ven a almorzar.
    
    -Ya, yaaa voy tía.
    
    -No me trates como tu tía. Dime: Carmen. Tu mujercita.
    
    Él rió y dijo: -Bueno Carmencita ya voy.
    
    Luego del almuerzo fuimos a la sala de estar para tomar un cafecito. Es un buen chico pero de pocas palabras por lo que yo debo ser la que lo interrogue sobre su vida en provincia, si tuvo alguna noviecita que dejó sola y triste y de ¿Cómo le iba en la universidad? Poco a poco me fue contando su vida, sus expectativas. Me dijo que mi primo no dudo en mandarle a que viva conmigo ya que soy una santa mujer.
    
    -¿Cómo se llama tu novia?
    
    -Leticia.
    
    -Leticia, bonito nombre y le amas.
    
    -Sí mucho. He llorado por dejarla. Tengo mucha pena por ...
    ... ella, la amo mucho y ella también.
    
    Sus ojos se enrojecieron. Ven siéntate a mi lado. Lo abrace, puse su cabeza en mi pecho, acaricie su rostro, sus cabellos poco a poco se fue tranquilizando al escuchar mi palabras de aliento de que la verá y amará cuando vaya de vacaciones a su pueblo natal. Sentí su respiración algo jadeante y sus ojos ver mi pecho, bajar su mirada a mi peludo pubis e hice algo que nunca habría osado hacer, acaricie con mucha delicadeza sus cabellos. Francisco correspondió a mi abrazo acariciando mis hombros luego por instinto de macho fue bajando lentamente su mano a uno de mis senos que le decían tómame y empezó a apretármelo y soltármelo, jugueteo con mi pezón. Me gusto su acción por lo que no puse obstáculo alguno. Sentí nuevamente sentí que mi vagina se humedeció como me miró el culo o cuando entre caricias que a vez tuve con alguno de mis novios. La piel se me puso como carne gallina por lo que respondí besando lujuriosamente su boca. Nos dimos un apasionado beso introduje mi lengua en su boca recorriéndola completamente e incrustando mis senos en su pecho. Francisco con una mano no dejaba de amasar mi seno y con la otra acariciaba mi rostro. Luego beso mi cuello. Acaricio mi espalda. Más besos más caricias, más excitación mutua.
    
    Recordé cuando hace muchos años atrás dejé de ser virgen ya que me había sumergido en una profunda excitación, estaba yo desnuda con mis piernas completamente abiertas destilando de mi marroncita vagina virgen abundante ...
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