1. Fuera de temporada


    Fecha: 29/08/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... días de sexo loco en Playa Cofete su futuro sólo podía cambiar en un sentido.
    
    Cuando los dos surfistas se vaciaron dentro y fuera de la sorprendentemente golosa Mabel, su mujer se tiró de cabeza a la piscina… Tal vez para no tener todo aquel semen por su cuerpo, su cuello, su cara, su pelo. Cruzó veloz y viciosa y al otro lado ya la estaban esperando Velasco y Pelayo… el único que no se había corrido en el primer round y que, por lo visto venían atraídos por algo más que los cantos de la sirena inesperada. Entre ambos tiraron de ella para sacarla del agua mientras ella reía alborazada… Velasco no pensaba pedir que le atasen al mástil, el mástil era él y Pelayo no había vuelto a enfundar su instrumento, con lo que estaba claro que pasaba de mitologías.
    
    La sacaron con tanta fuerza del agua que saltó sus pechos, siempre generosos, subieron antes que la tela del bikini verde. Pezones fuera, prejuicios lejos. Velasco la tumbó en una hamaca en la única que había al otro lado, apartó de un manotazo a Pelayo… y de otro la libró de la parte superior para lanzarla al aire. Y tal le encastó su manubrio entre aquellas melones. ¿Quién empezó la cubana de escándalo? ¿Velasco, el listillo? ¿O Mabel, la pechugona sin frenos? La duda duró un segundo porque ahora parecían sincronizados, como si fuera una final de patinaje sobre hielo, sólo que lo que se deslizaba en este caso… No eran los patines…
    
    Velasco también acabó en versión cascada… Pero ya desde donde estaba Dimas no podía oír ...
    ... nada. Y ver poco… De nuevo Mabel pringada de sexo, de semen… de eyaculaciones salvajes… Por suerte nuestra chica tenía recursos y mientras Velasco parecía exhausto bocabajo sobre la hamaca… Mabel se escurrió y se colocó bajo la ducha… Diosa en top less, nereida de las cascadas en versión hotelito turístico. Parecía que todo se había acabado porque el Pelayo el erecto había desaparecido de su campo de visión. Pero el que apareció fue el calvorota tatuado del padre de Rico… Copa en mano. Le dio otro gin tonic. Dimas pensó que lo rechazaría pero no. Mabel esa mañana sólo decía si. Volvieron hacia el hotel caminando por el borde de la piscina. Ella le acompañó con la copa en la mano, él con un botellín de cerveza. El encargado, de repente dejó la cerveza, le quitó la copa de la mano y la volcó sobre una de las mesas que descansaban sobre el césped… Mabel quedó de espaldas y con su culito indefenso Y allí primero le bajó el diminuto bikini. Mabel intentó verlo… el pataky era su especialidad, y aunque Dimas no pudo oírla estuvo claro que el tamaño de la tranca… la mayor de la mañana, la había dejado ciertamente inquieta… Dimas dudó. ¿Por dónde se la estaba metiendo? ¿Por delante desde atrás? ¿Por atrás sin contemplaciones? Parecía que le estaba costando entrar. ¿No estaría suficientemente mojada su mujercita? Después de tanto precalentamiento parecía difícil. Vete a saber. O tal vez, dudaba Dimas, era el diámetro paranormal que se abría paso de manera concienzuda, lenta, mientras ...