El secreto - Relatos Eróticos

El secreto

... consolar a Mayra la baño le compro dulces y sobre todo la convenció de que no debía decirle a nadie, conmigo fue diferente porque me amenazo con ponerme una paliza si decía algo---

---mientes Cesar---

---si así lo quieres creer aquí te va otra mentira a Mayra la tuvo todas las veces que quiso mientras no se aburrió de ella porque cuando se aburrió entonces me le antoje yo mama ---

---pero como puedes inventar todo eso---

---no es invento a mí me fue peor porque aunque no lo creas a mí también me violo y de la manera más salvaje que puedas imaginar me penetro con su enorme miembro sin la mínima consideración vamos Mayra dile a mama que no miento---

--- no miente mama así fue el tío Jorge fue quien nos violó---

---pues aun cuando así haya sido les prohíbo decir media palabra de esto su tío Jorge no pisara la cárcel por su culpa---

--pero como puedes decir eso mama----dije que se callan y se callan---

Mayra y Cesar vieron frustrado su intento por liberar a su padre, lejos muy lejos estaban de imaginar los motivos que su madre tenía para mantener esa mentira que tanto daño le había causado a su padre.

En realidad Gina estaba muy temerosa después de la confesión de sus hijos, más preocupada que molesta fue a visitar a Jorge.

Si Cesar y Mayra hubiesen visto la forma tan efusiva en que se saludaron su madre y su tío comprenderían muchas cosas que hoy día no lograban aterrizar en sus atormentadas almas.

Gina llego al departamento de Jorge y la recibió ...

... con gran regocijo tenían algún tiempo de no verse Jorge se había unido con una joven durante algún tiempo por esa misma razón Gina dejo de frecuentarlo. Al abrir la puerta del apartamento Jorge la abrazo y la beso en la boca se besaron cual pareja consumada, permanecieron varios minutos besándose con ternura en la misma puerta después Jorge reacciono lo imprudente de su proceder y la introdujo en su vivienda, apenas cerró la puerta y la acorralo contra la pared besándola apasionado y sin ningún pudor estrujaba los opulentos pechos de Gina que respondía la caricia con el mismo fuego que su fraterno, sabía que Jorge no se detendría al tenerla sola vulnerable nunca en su vida pudo ponerle alto a sus lujuriosos actos. Jorge levanto su vestido y metió la mano en su intimidad, estaba tan ansiosa como el extrañaba la forma tan fogosa que mostraba cada vez que se la cogía, nadie jamás había lograda hacerla sentirse tan mujer como su hermano quizá por lo prohibido de esa circunstancia le hacía más satisfactorias las copulas que él le prodigaba.

En ese instante vino a su mente la primera ocasión que Jorge le asalto robándole la pureza de su panochita.

Aquella noche llovía intensamente los rayos iluminaban por segundos la oscuridad de su habitación Gina había tardado en llegar al seno de familia, Jorge contaba en ese entonces con 21 años demasiados sobre todo cuando se tiene un temperamento tan fogoso como el de Jorge y peligroso cuando una muñeca como Gina queda sola a merced de ...