El secreto - Relatos Eróticos

El secreto

... lugar---

---lo dijo en tus manos pero ya no quiero dejar de verte---

---dalo por hecho cariño---

Cesar aun estudiaba al igual que Mayra dependían aun en mucho de su madre no habían logrado del todo superar su trauma infantil y ahora tenía que cargar con el que les había causado la postura de su madre, días enteros pasaban sin articular palabra no lograban concentrarse en sus labores, el impacto había sido demasiado aterrador sobre todo porque no comprendían como podía ser que no le importara en nada la inocencia de su padre.

Cesar de por si era muy callado, Mayra de pronto aparentaba no haberle pasado nada tenía su novio aparentemente llevaba buena relación con el incluso ya había tenido relaciones sexuales con él , solo la identidad de Cesar era un misterio, siempre solo sin aparentemente tener amistades ni masculinas ni femeninas, dueño de un carácter fuerte y decisiones firmes. Para él era claro lo que debía hacer esperaría el momento preciso para tratar de liberar a su padre.

Sin embargo pronto recibió un revés bastante fuerte, Cesar estaba solo en su casa estudiando y preparando algunas cosas que necesitaba cuando llego Jorge, Gina le abrió la puerta y se topó frente a Cesar que lo miro con cierto desprecio.

--- hola sobrino no te alegra verme -----la verdad no---

---me gusta tu sinceridad en cambio yo necesito hablar contigo---

---es raro pero yo nada tengo que hablar contigo---

---déjame arreglar un asuntito con tu madre y después hablamos ...

... tu y yo quieras o no---

Quizá apenas a estas alturas Cesar iba a conocer la real maldad de Jorge, quien puede saber si aquella acción fue planeada por Gina y Jorge, al menos Cesar nunca lo sabría.

Se encerraron en la recamara de Gina mientras Cesar continuaba con sus labores. Lo inimaginable sucedió dentro de la alcoba, ocurrió que Jorge y Gina se entregaron frenéticos a su insana pasión, más tardaron en entrar a la alcoba que en desnudarse y arrojarse al lecho envueltos en sus lúbricas pasiones, sin más atuendo que sus pieles enardecidas, recorrían sus cuerpos llenos de pasión y de insano deseo, sus bocas parecían una sola devorando sus calientes alientos. Jorge hundía su mano en la intimidad de su hermana frotando con toda delicadeza el sensible clítoris, Gina se retorcía ante la inclemente caricia que Jorge aplicaba con verdadera maestría. Ella mantenía atrapado en su mano el duro sable de Jorge y lo apretaba con ansiedad, al mismo tiempo su panochita palpitaba ansiosa por su grata visita.

Jorge no encontró motivo para retardar el acoplamiento y se montó encima de ella apuntó su vigoroso aguijón en las verijas de Gina,

Gina apretó con fuerza las sabanas al sentir como el tremendo tolete saturaba con su volumen su viscoso túnel, Jorge empujo con todas sus fuerzas hasta instalarse en lo más profundo de sus entrañas, los gritos y sonidos guturales de Gina eran escandalosos y llegaron de forma nítida a los oídos de Cesar.

El chico no daba crédito a lo escuchaba ...