Nora – Me encantan los hombres maduros
Fecha: 03/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... consultas, cada vez me atraia mas y mas, yo me mostraba más atrevida y él, con el paso de los dias, me correspondía con sonrisas y miradas cada vez más picaras. Les tengo que comentar, que el consultorio cuenta con un pequeño anexo, donde se hace pasar a los pacientes para que yo les realizara sus pruebas. En una ocasión le comente sobre el olor de su perfume y aproveche para acercarme a su cuello para olerlo más profundamente, a la siguiente consulta, volví a comentarle sobre su loción, pero esta vez, cuando me acerque a olerlo, el también acerco su nariz a mi cuello para olerme y piropearme sobre mi perfume, además de forma descarada, cuando lo preparaba para tomarle un electro, dirigió su vista bajo mi filipina, para observar mis pechos y con su brazo tocarme descaradamente los mismos y más aún, al voltearme, aprovecho para estirar su brazo y poner su mano sobre mis nalgas, yo había empezado el juego erótico y no podía quejarme por la iniciativa que él había tomado, más bien me agrado de sobremanera su atrevimiento. Cuando se estaba vistiendo, y habíamos quedado nuevamente solos en la habitación, aproveche para entregarle mi tarjeta y pedirle que me hablara. El la vio, la leyó y dándole un beso me hizo saber que así lo haría.
Esa misma noche, me hablo a mi teléfono, le explique el motivo por el que le habia entregado mi tarjeta y mis deseos de conocerlo a fondo. Quedamos de vernos dos días después a la hora que salía de mi trabajo. Me espero a una cuadra de la clínica ...
... e tal como se lo pedi, me llevo directamente a un a un hotel para tener sexo.
Los dos nos habíamos preparado para eso, yo me había puesto bajo mis jeans ropa interior muy coqueta y el también iba vestido muy sexy.
Me llevo a un hotel muy romántico, en donde ya tenía una reservación preparada, por lo que la habitación ya contaba con un par de copas de cristal y una botella de champagne, con lo que empezamos con un brindis y unos lindos y tiernos besos. Siempre cariñoso, mientras nuestras lenguas se entrelazaban, sus manos fueron acariciando mi espalda y mis nalgas, con mucha ternura fue retirando mi ropa poco a poco hasta dejarme solamente con mis braguitas de hilo dental. Al mismo tiempo, fui quitando su ropa hasta dejarlo también solamente con su trusa blanca que ya dejaba ver su miembro totalmente excitado.
En ese momento, nos metimos bajo las sabanas e iniciamos con besos más cachondos y caricias más lascivas sobre nuestros cuerpos, cuando retiro mis bragas yo ya estaba totalmente húmeda de mi chochito, después de besarme y lamerme mis pezones, bajo para posesionarse de mi sexo, vaya que sabía mamar, su experta lengua, sobaba cada rincón de mi vagina, mi clítoris y mis labios poniendo en estas zonas más esmero en el trabajo que me estaba haciendo, después de llevarme a un delicioso orgasmo, se enderezo para quitarse su calzón, y por primera vez pude observar en vivo, una deliciosa verga de unos 15 o 16 centímetros de largo pero de un ancho bastante más grueso que ...