Mi mujercita y su anterior jefe - Relatos Eróticos

Mi mujercita y su anterior jefe

En los últimos meses podía presentir que mi esposa no estaba muy conforme con su trabajo. Llegaba a casa cansada y desganada; parecía estar harta de todo lo relacionado con ello...Con el tiempo la empresa donde trabajaba quebró y Ana fue indemnizada y despedida; con lo que se sintió bastante aliviada.Enseguida consiguió un puesto administrativo donde se sentía cómoda; pero al poco tiempo renunció súbitamente y no quiso contarme los pormenores de su decisión. Yo sospechaba que algo extraño había sucedido allí; conociendo a mi esposa…Una noche cuando estaba entre sus piernas y cabalgando sobre su deliciosa concha, le pregunté si le gustaría coger con otro hombre. Ana sonrió y ni siquiera se dignó en contestarme algo, pero sus movimientos de caderas se incrementaron bastante y supe entonces que mi pregunta había disparado su calentura.Acabó tres veces seguidas; algo que no era normal en ella...Después, algo rendida, admitió que su calentura la volvía loca a veces y necesitaba otra verga que la dejara bien satisfecha.Agregó que a mí me amaba, pero quería coger con alguien más…Unos días después volví a presionarla un poco para que buscara a alguien que se la cogiera y empecé a interrogarla poco a poco sobre situaciones sexuales de su pasado, en especial, el laboral.Anita terminó confesando que uno de sus antiguos compañeros de oficina le había gustado y la había hecho poner bastante caliente; pero al final nunca habían tenido nada en concreto…La convencí para que lo contactara y ...

... le propusiera verse y salir.Luego de insistir bastante, Ana accedió a mi idea.Finalmente logró ubicar a este hombre que se llamaba Javier.Estuvieron llamándose por un tiempo pero no sucedió nada; al parecer Javier tenía muchos compromisos de trabajo y estaba escaso de tiempo para atender las necesidades de mi mujercita.Ella finalmente no insistió más con este hombre.Un tiempo después, Ana decidió contarme la causa por la cual había renunciado a su anterior trabajo tan repentinamente.Su jefe directo la acosaba abiertamente; proponiéndole salir a cenar, a bailar y encamarse con él, así sin demasiadas vueltas.Ana nunca había aceptado; pero yo recordaba que una noche había regresado muy tarde a casa. Para justificarlo, me dijo que había tenido que hacer horas extras hasta tarde y luego un par de compañeras la habían convencido de ir a tomar unos tragos.Pero el auto que la había dejado en la puerta de casa pertenecía a un ejecutivo y por ello yo sospechaba que su jefe la había dejado allí, con unas cuantas copas de más y, seguramente, con algo más también que un simple beso de despedida…Yo continué insistiendo en el mismo tema y finalmente Ana prometió que iría a buscar a ese hombre que la acosaba tan mal…Una tarde salió temprano de la oficina y se dirigió al encuentro de ese hombre, que se llamaba Arturo, yendo a buscarlo en el edificio donde funcionaba su antigua empresa…Ana me contó que el tipo la recibió con mucha alegría y le propuso directamente ir a coger con él. Esta vez ...