Mi mujercita y su anterior jefe - Relatos Eróticos

Mi mujercita y su anterior jefe

... Ana aceptó la propuesta.Unos días después a mediodía, Anita se apareció por mi oficina.Estaba muy arreglada, tremendamente atractiva, con un vestido bastante ceñido a su hermoso cuerpo, tacos altos y esas piernas torneadas que siempre me volvieron loco.La invité a almorzar; pero ella me dijo que no tenía tiempo: le había prometido a este Arturo encontrarse para ir a coger a un hotel...Yo apenas podía creer que Ana se hubiera animado pero me sobrepuse y le dije que me parecía muy bien; era lo que ella necesitaba realmente.Un macho ardiente que la cogiera como ella merecía…Nos despedimos con un profundo beso de lengua y le dije que se divirtiera; después debería contarme todos los detalles…Por las siguientes horas no pude concentrarme en nada más; pensando solamente qué estaría haciendo mi delicada esposa en ese momento; entregada a los deseos sexuales de un macho semental, que iba a calmarle su calentura llenándola de leche…Cuatro horas después, mientras me aprestaba para dejar la oficina; Anita se apareció en la puerta otra vez.Estaba sonriente y radiante. Supe que había cogido mucho y la habían dejado satisfecha. Me dijo que había estado con Arturo.Me besó y en su lengua pude saborear un gusto salado. Supe que eso era semen…Ana me dijo que necesitaba usar el baño; pues sentía que seguía escurriendo una mezcla pegajosa de su vagina. La observé al irse y pude comprobar que un líquido se deslizaba por sus piernas.Al subir al auto para regresar a casa fue describiendo cada ...

... detalle.Arturo la había recogido con su auto en la misma esquina del edificio de mi oficina. Fueron directo a un hotel.En el camino Ana quiso chuparle la verga; pero el tipo la tenía tan gruesa, que mi delicada esposa apenas pudo meterla en su boca.Ya dentro de la habitación, Arturo no perdió tiempo en preliminares. La abrazó y le comió la boca con furia; mientras sus enormes manos descendían por su espalda para acariciarle el culo. Ana podía sentir la verga endurecida de su antiguo jefe rozar su labia depilada a través de su vestido.Después la hizo desnudar y el tipo se quedó con la boca abierta; ya que Ana había elegido una diminuta tanga roja y no llevaba corpiño. Ella miró hacia abajo, encontrando un enorme bulto erecto en los pantalones de Arturo.Él se desvistió a las apuradas y finalmente quedó mostrando su verga tiesa. Siguió besándola con pasión; hasta que le arrancó esa pequeña tanga roja del cuerpo.Ana cayó de rodillas y comenzó a lamer y a chupar esa verga enorme. Lo hizo de la mejor manera posible, porque era realmente gruesa y casi no le cabía en la boca.Arturo mientras le retorció los pezones erectos y eso hizo gemir de placer a mi mujercita. Luego la hizo incorporar y le lamió los pezones hasta que Ana tuvo su primer orgasmo. Se apoyó sobre él, ya que sus rodillas apenas la sostenían.El hombre entonces le hundió un par de dedos en la empapada concha de mi esposa y ella volvió a delirar y a aullar con locura.Luego la empujó sobre la cama y se abalanzó entre sus ...