De cómo se llegan a cobrar algunas deudas
Fecha: 12/10/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos
Olga nunca pensaba que esa conversación que había tenido lugar en el restaurante la dejara tan descompuesta, sabía que había arriesgado pero todo tiene un precio y tal vez en una primer momento dejándose llevar por su impulso no supo ver sus consecuencias. Estaba en flagrante contradicción consigo misma, quería volver a casa y acostarse con William tras ese encuentro, como venían haciendo habitualmente; pero él se había empeñado en que debía pasar y dar la cara antes de que la cosa pasara a mayores.
–Tienes que dejarte ver –dijo–. Hay que crear una solución ya que no está en mi mano el poder salir del embrollo.
Olga cedió reticente bajo esta advertencia, temía por la situación en que se encontraba.
–No podré soportarlo, tener que relacionarme con ese tipo de gente –repetía sin cesar, casi llorando.
Su temor, su impaciencia angustiosa se hicieron históricos. Y pensar que todo esto es debido a ese despreciable mono asqueroso oportunista, se dijo con rabia.
El Santos había hecho de sí mismo un notable especulador y explotador de negocios donde le gustaba tener todo bajo control, dotado de astucia y lleno de esa arrogancia que están dotados los que no poseen esa instrucción empresarial, hecho a sí mismo mediante argucias y colaboración de sus adeptos soplones seguidores fieles a su patrón sabedores de alguna remuneración ya no económica sino moral como una simple palmada en la espalda. Y en ese retrato del personaje se encontraba Olga, de pie, ante él el cual ...
... permanecía sentado en su butaca, en señal de sometimiento moral para causar esa sensación de superioridad.
–Y bueno, ¿qué explicación me vas a dar? –Pregunto él.
–Reconozco mi equivocación… intenta comprenderme.
–Tenía depositada mi confianza contigo, me has defraudado, llegaste con veinte y pocos años, han pasado diez años, y cuando me pensaba que te habías ganado mi respeto me defraudas. Te alquilé unos locales, los cuales según me han informado los estás subarrendando a otra gente.
–Yo no quería… no era mi… me motivo mis ganas de salir adelante, los impuestos, los bancos… las cosas no…
–Y tus ganas de vivir por encima de tus posibilidades: las fiestas, vestidos, para lucir ese tipo tuyo, incluso me han dicho que te has operado esas putas tetas, te gusta lucir ese tipito de gacela, y ha llegado a mis oídos que te codeas con los guaperas del tres al cuarto; te das aires de gran diva siendo una simple y modesta pelantrusca.
–Si ha sido ese moreno y vulgar sujeto el que le ha informado. –Respondió ella.
–Veo que de desprecias a Mozambo.
–¡No! Yo no he dicho tal cosa, solo es que a todas horas me vigilaba, esas miradas...
–De momento iras de vuelta de donde viniste, te subiremos a un avión, lo que está por cuestionar es el incentivo que tendrás que asumir –dijo él en tono intimidatorio.
–Se lo ruego, por favor –dijo ella mirando al techo y lloriqueando.
A continuación el Santos se levantó y cerró la puerta con un portazo para dirigirse a otra ...