El menonita -Final - Relatos Eróticos

El menonita -Final

... Beth, tan húmeda y tibia, suavecita, estrecha y veía como fácilmente entraba toda la verga de Cornelius en su culito, Beth no dejaba de gemir –Es tu turno Capi, ahora Beth gozará tu verga como yo la gozé– Lo primero que hice fue darle sexo oral, que rica puchita la de Beth, su culo estaba bastante dilatado, mi verga sumamente dura, la jale hacia la orilla de la cama, me puse de pie, le abrí sus piernas, froté mi verga muy lubricada sobre su puchita abriendo sus labios gordos y fui metiendo lentamente mi enorme cabeza de la verga en Beth. Ella gemía –¿Te Duele Beth?– Le preguntaba a “Juan” –Poquito Capi– respondía Beth –¿Quieres que me detenga?– En eso Cornelius le dijo algo en su idioma a Beth y ella me respondía que siguiera Wow que rico iba entrando poco a poco mi verga gruesa en su puchita, sus labios bien abiertos y Beth gimiendo de placer, cuando se relajó totalmente mi verga entraba más, Cornelius estaba a su lado acariciándola y besándola lo cual Beth disfrutaba más –Ya es hora de que le des duro Capi– –Tranquilo Cornelius que ella es muy estrecha y debe de disfrutarlo al máximo, poco a poco le iré dando más– –¡Ya quiero ver que Beth grite de placer!– Cuando mi verga estaba casi a la mitad de Beth vi que se ponía un poco roja pero le gustaba, aceleré un poco el ritmo y le di más duro, la saqué y la metí varias veces, me encantaba hacer eso, se siente tan rico, Cornelius se puso detrás de mí acariciando mi espalda, su verga estaba dura, luego me besaba el pecho y la ...

... axila, la saqué y lo hice que me la mamara, sabía que eso le gustaba a él. Ahora se la metí por el culo, yo quería darle duro y sin lastimarla, su culo estaba más trabajado que la vagina, le estuve dando varios minutos, después cambie de posición y me acosté, hice Que Beth se sentara en mi verga, que se penetrara por el culo viéndome a la cara, así se montaba ella muy rico, Cornelius mamaba mis bolas mientras Beth montaba mi verga, que maravilla sentir eso y de pronto salieron mis chorros y chorros de leche, más de los que le había echado en la boca a Beth, ella al sentirlos sonrió y acelero los sentones que se daba en mi verga y tuve un pequeño temblor de placer, mi cuerpo sudado se ponía duro, mis ojos blancos, mi cabello y velos húmedos. Cornelius me dijo que me quedara quieto, levantó poco a poco a Beth y con mi leche dentro le dio unas mamadas de culo y luego la penetro muy duro por el culo, tan duro que en poco tiempo vació su leche. Cornelius al terminar mandó a Beth a su cuarto a ducharse y dormir y me dijo que él y yo nos bañamos juntos, él seguía caliente y ahora me tocaba darle mi leche a él por esa enorme sorpresa que me dio y por ayudarme a cumplir la fantasía de cogerme a unos hermanos juntos. Nos dormimos desnudos y despertamos cerca del medio día, volvimos a coger los tres juntos y salimos a comer, casi como familia. Tres hombres porque Beth seguía como niño. Cornelius me pidió un ultimo favor. Que fuera yo solo a una tienda de ropa y comprara ropa de mujer para ...