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Una noche con mis amigas
Fecha: 28/09/2020, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... movido de la cama. Ahí seguíamos las dos una junto a la otra y nuestras manos seguían estrechadas. Al ver a mi amiga sin reacción alguna, tome su otra mano y la puse sobre mi pierna. María subió la mirada para verme directamente a los ojos. Al sentir con su mano el roce de mis piernas, su rostro mostró una sonrisa que iluminó todo su semblante. Al ver su reacción, le devolví una mirada tierna y sincera igual a la de cualquier mujer que ha escuchado la confesión de su mejor amiga, y antes de que María pudiera decir alguna palabra, silencié sus labios con un beso dulce y tierno sobre de ellos. María parecía sorprendida, pero su sonrisa no desapareció. Le di otro beso inexperto en los labios como una mujer que jamás había probado el sabor de los labios de su mejor amiga, pero a pesar de mi inexperiencia María recibió mis besos con ternura y placer. Terminado el beso y nuevamente no le permití decir palabra alguna al decirle al oído: "Hay algo que dejaste inconcluso", solté su otra mano que tenía estrechada y la coloque sobre mi pierna al igual que lo hice con la otra. Ahora sus dos manos tocaban mis piernas y yo me sentía tremendamente excitada ante la situación, además de que era una experiencia totalmente nueva para mí. Subí un poco más la ya bastante corta falda que aún tenía puesta en señal de que mi amiga podía hacer lo que ella quisiera con mis piernas y con todo mi cuerpo. María, al entender todas las indirectas que le daba y al comprender lo que le quería decir ...
... con mi mirada y mi sonrisa, sin dudarlo comenzó a masajear mis piernas de la misma forma que lo hizo en la sala de cine, pero en esta ocasión yo estaba dispuesta a cooperar con todo lo que me hiciera. Le dije con voz sonriente – Quiero que me digas todo lo que debo de hacer- pero ella me respondió con voz dulce y a la vez agitada – Tu no debes de hacer nada, déjamelo a mi- Me recostó sobre la cama, y después de haber pasado sus manos por mis piernas que tanto le gustaban a ella, se puso sobre de mi y me dijo que me daría mi primer beso verdadero de mujer a mujer. Yo estaba nerviosa pero estaba decidida a cooperar con mi amiga ya que no podía estar en mejores manos. Con ternura dejó caer su cuerpo sobre mí y acercó sus labios a los míos. Me dio un beso dulce y lento. Ella sabía que era mi primera vez y que tendría que ir despacio conmigo y así fue como lo hizo. Al principio solo sentí tibia y suave lengua sobre mis labios ya que en un inicio no quería abrir por completo la boca pero conforme la excitación seguía en aumento y sentía las suaves caricias de María sobre mi cuerpo poco a poco fui abriendo la boca hasta que por fin María terminó por darme el más grande beso que alguna otra persona me haya dado. Nunca antes había sentido tal suavidad, ternura y amor en el beso de una persona. El beso era aún más excitante al venir de mi mejor amiga. A partir de aquel beso, María se adueñó por completo de la situación y de mi cuerpo. Yo no tenía que hacer nada más que disfrutar de todo ...