Visitas a mi vecino (Agotado)
Fecha: 06/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... Diego dejó su equipaje en uno de los sillones; y se quitó la camiseta…
Enseguida se le acercó Edu.
- ¡Espera! Deja que te dé unos toques antes de entrar en la ducha.
Y empezó a frotarle la espalda y los pectorales...
- Tengo un aceite, que va fenomenal para desestresar, pero ¡claro!... hay que darlo con la piel mojada, y tendría que ser luego... cuando termines de ducharte.
El movimiento de hombros y el pequeño masaje que le estaba dando Edu, sirvió para que se sintiera un poco mejor; y como a Diego no se le escapa nada, empezó a ponerse cachondo.
Dejó que Edu siguiera sobándole... y le pidió el analgésico.
- Es que estoy matáo, Edu.
- Si, si ¡claro!...
El masajista abrió una de las vitrinas que había en la sala, y cogió un sobrecito de paracetamol, lo volcó en un vasito de plástico con agua y lo agitó con una pequeña cucharilla hasta que la efervescencia fue obvia, se lo dio y…
- Ya verás cómo esto te entona.
Diego se lo tomó y terminó de quitarse la ropa, para entrar en la ducha.
Edu lo miraba sin pestañear mientras se quitaba los pantaloncitos; y se relamía de gusto cuando vio al descubierto ese soberbio culo, cubierto con unos calzoncillos blancos, que por estar un poco sudados, transparentaban lo suficiente como para que se pudiera disfrutar de una clara visión mientras terminaba de sacárselos.
Un culo, realmente excitante, que últimamente ha ganado mucho, y que tiene un par de cachetes duros y redondeados, magistralmente ...
... desarrollados por el ejercicio y que solo suele verse en los jugadores de fútbol.
Se agachó para quitarse las deportivas, y Edu, no tuvo más remedio que sacar la lengua y mordérsela. Ese escorzó resultaba irresistible.
- ¡Uffff!, qué cosa… pensó Edu. Que le miraba con absoluto descaro.
Terminó de quitarse los calzoncillos y completamente desnudo entró en la cabina. Abrió el grifo, para regular la temperatura del agua, y mientras lo conseguía, se percató de que Edu apoyado en uno de los lados, a la entrada de la cabina, le miraba fijamente.
Buscó el gel de ducha y…
- No hay gel en esta cabina, Edu. ¿Te importaría mirar por ahí, a ver si encuentras algo?
- ¡Espera, un momento!...
Entró en la cabina de al lado, y vio una pastilla de jabón en el pequeño estante.
- Este jabón es lo único que he encontrado…
Diego lo cogió y se lo llevó a la nariz
- ¡Mmmm!, huele muy bien ¡eh! … ¡a limón!
Se colocó bajo el agua; y chorreando y con los ojos entornados, para que no le entrara agua, empezó a disfrutar de una agradable sensación, producida por la tibieza del agua que caía sobre él, como una fina lluvia, y le devolvía la energía que necesitaba para sentirse bien.
Se estiró y apretando los ojos, los mantuvo bien cerrados, mirando hacia arriba... y dejo que el agua le cayera directamente en la cara, durante unos minutos…
Edu disfrutaba de esa visión y observaba a Diego minuciosamente. Y vio como el placer se reflejaba en su rostro; que le pareció ...