1. Esclava de una pasión


    Fecha: 13/10/2020, Categorías: Sexo Oral Autor: dfc88, Fuente: CuentoRelatos

    ... quitando la camisa, de vez en vez abría los ojos y solo con ver al sinvergüenza ese, disfrutando, más rabia me daba.
    
    Aunque les parezca una locura, algo bien dentro de mí, disfrutaba esto.
    
    Nunca había hecho algo así, podía verme en el espejo, con mis 40 años para ese entonces, creo que la única pose que conocía era el misionero. Y lo más raro fue hacerlo en el cuarto de nuestra hija, (obvio sin que ella estuviera ahí).
    
    Luego de quitarme el camisón, Pablo se acercó, apretó mis pezones fuertemente y metió sus dedos en mi boca una y otra vez, así como si le estuviera mamando. Rato después tomo de mis manos, me giro, e hizo que me apoyada en la ventana poniéndome casi en cuatro, podía ver con claridad la casa de los vecino del frente, y por dentro me decía "¿qué locura estoy haciendo?", a su vez me excitaba más, y pablo lo noto, al ver mi vagina húmeda.
    
    Separo mis piernas y lentamente bajo mis bragas, sentí como sus dedos rosaban mi vagina, y de golpe algo se metió dentro de mí, era su lengua!!! Jamás me habían chupado la concha, fue un placer inolvidable!! Luego lentamente su dedo índice jugaba con mi ano, mis piernas temblaba, y después de más de un año, volví a sentir un orgasmo, pero un orgasmo de los Dioses!!!! El seguía con su dedo en mi culo, y su lengua en mi vagina. Ya mi cuerpo estaba incontrolable, mi mente estaba fuera de sí, y así mi cintura empezó a moverse para adelante y atrás, hasta sentir la totalidad de su dedo dentro de mi ano... Antes de ...
    ... que largara un fuerte gemido, Pablo tapo mi boca, y una vez más me vine.
    
    Tal vez solo fue mi imaginación, pero me había parecido que los hijos de mi vecino del frente nos estaban mirando, para ese entonces ya no me importaba nada, estaba extra excitada, e incluso, con pensar que me estaban mirando, mas gozaba.
    
    Luego, Pablo me levanto como si fuera una muñeca de trapo, tomo el camisón, para amarrar mis brazos, como si fuera una prisionera. Me tiro al suelo boca arriba, se sentó sobre mí!!! empezó a cachetear mis pechos cruel y salvajemente, lo pellizcaba, lo tironeaba como si buera una pelota de goma, saco su enorme miembro y la puso sobre ellas (mis tetas), con esas manos enormes y fuerte masajeaba mis pechos, con su pija entre ellas. Me sorprendía como podía ver su anomalía a pesar de mis 101 de tetas… estuvo así un largo rato… me impresionaba que aún no largara su semen, (con Martin, mi marido creo que lo máximo que dudábamos o mejor dicho dudaba eran 10 minutos).
    
    Se levantó, me giro apoyándome contra el sillón, me metió un dedo en el ano, y otro en mi vagina, con mucha broca lo hacía, mis ojos se daban vuelta, quería gritar, pero solo mordí el sillón. Nuevamente me vine, no sentía las piernas, él agarro de mi cintura tratando de levantarme, pero mis piernas estaban tan flojas que no podía ponerme de pie. Viendo esto, me obligo a que me levantara aun con las manos amarradas, este busco un cinto, por cada caída me azotaba en las tetas, por el culo y hasta en mi ...
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