Esclava de una pasión
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: dfc88, Fuente: CuentoRelatos
... concha.
Mis venas resaltaba de la furia, logre ponerme de pie y con una mirada fija hacia él, suplicando piedad y a su vez desafiante le grite:
-acá estoy… acá estoy de pie basura!!!- me miro, tomo el cinto… y lo ató en mi cuello con un fuerte tirón me tiro al suelo, e hiso que me arrastrada por casi todo el salón, como si fuera una perra, luego me levanto me apoyo de frente al espejo, ya con las manos sueltas, (estaba contra el espejo, como cuando los policías te revisan).
De piernas abiertas coloco su pene entre mis piernas, y lo movía para adelante y atrás, así como si fuera que me estuviera cogiendo, luego coloco su verga dura apuntando para el cielo, abrió mis nalgas y se apoyó, lentamente subía y bajaba, con una mano tomándome del pelo mientras la otra se metía en mi concha, ya no era un dedo, ni dos, esta vez eran tres dedos.
-¿te gusta así? Perrita- me decía, mientras yo no podía parar de gemir, ver mi rostro al espejo lleno de lujuria, placer.
Está no era yo, esta era una puta que quería, que de una vez por toda aquel bastardo metiera de verga en mí, sea en mi culo o en mi concha… pero ya quería sentir su enorme pija dentro de mí, quería sufrir, quería que me violara ya!!!
De repente escucho un auto detenerse en casa, fue como si la razón había vuelto a mí, de una manera logro empujarlo y lo tire, corrí, hacia el baño, y me encerré. Llore como una niña, llore por lo que ese desgraciado me había convertido, inconsolablemente lloraba…
No podía ...
... creer lo que paso!!!, no podía entender como me había trasformado, esa no era yo.
Pasaron meses después de lo ocurrido con Pablo, me costó mucho sacármelo de la mente, en los primeros meses aun sentía sus manos sobre mi cuerpo, ese machismo cruel, había encendido algo en mí y con mucha pero mucha vergüenza les confieso que de vez en vez en la bañera terminaba tocándome, pensando en él. Incluso llegue a mandarle un msj, haciéndome la tonta que me había confundido.
Después de aquella noche, no supe nada de Pablo, y con toda la bronca confieso que esperaba algún mensaje suyo, o llamada, diciéndome todas esas barbaridades y yo haciéndome la santa, llegue a fantasear con eso.
(Tienen todo el derecho del mundo de criticarme, insultarme aceptare cualquier comentario).
Martin mi marido no se merecía esto, es todo lo que una mujer podía pedir, amable, generoso, compañero… trabajador, no se lo merecía…
Lentamente mi vida tomaba su normalidad, a Martin lo ascendieron en el trabajo, ahora trabajaba menos horas, volvimos a tener intimidad como cuando solo llevábamos días de casados.
Parecía que todo iba bien, mi marido era súper encantador, amoroso en la cama, mi corazón estaba lleno, feliz, pero una parte de mi quería algo de salvajismo, brutalidad, morbo etc.
Hasta que en una noche, di la iniciativa de hacer algo distinto, quería que me atada en la cama, con los ojos vendados… como si él me hubiera secuestrado y estaba a punto de violarme. Con dudas Martin me hiso caso, ...