Unos días calientes en Punta - Relatos Eróticos

Unos días calientes en Punta

... espetó a Fabio, sin dejar de mirar esa entrepierna.El turro sonrió y sus dedos desataron los cordones de la sunga amarilla.El diminuto pedazo de tela se deslizó entre sus muslos y esa gigantesca verga saltó hacia adelante, chorreando algo de líquido pre seminal…Fabio no le dio tiempo a nada. Se abalanzó sobre Anita. Ella resistió débilmente, intentando apartarlo de su ya entregado cuerpo, pero él le besaba el cuello, se lo lamía, mientras sus enormes manos acariciaban y apretaban los cachetes desnudos de mi mujer.“Estoy muy caliente; tu pija me tiene enloquecida y muy mojada…”Confesó Anita entre suspiros y gemidos sofocados.Pude ver la mano de Fabio deslizarse sobre el pubis de ella y pronto un gemido de sorpresa de Anita, me indicó que esos dedos habían encontrado por fin su vagina caliente y húmeda…“Es verdad…estás chorreando, Anita…”Dijo Fabio, sacando sus dedos empapados.La dejó libre y ella entonces se sacó la remera levantando sus brazos por encima de la cabeza. Sus pezones estaban a punto de estallar y los muslos brillaban con sus propios fluidos deslizándose desde su vagina.Se arrodilló ante él y, tomando esa increíble tranca con sus dos manos, se la llevó hacia su boca. Le pidió permiso para poder lamerla…Fabio sonrió y se sentó con las piernas extendidas, mostrándole su impresionante verga. Anita la sostuvo entre sus manos sin articular palabra alguna.Ella empezó a lamer esa pija de arriba a abajo, deteniéndose en la punta para saborearla. No le entraba entera en ...

... su delicada boca…“Querías probar un macho de verdad, no…? Alguien que te coja duro y te trate como una puta…” Le espetó Fabio a la cara, con expresión seria.Ella no dejó de chupar para contestarle…Mientras lo pajeaba rítmicamente se la chupaba, se la lamía y hasta se la escupió un par de veces para lubricarla mejor.De repente, sin dejar de chuparla, le dijo con bronca:“Sos un hijo de puta, Fabio; como puedo resistirme a esto?”“Ahora te vas a tener que hacer cargo de mis fantasías....”Fabio la levantó del suelo entre sus musculosos brazos y empezó a besarla apasionadamente. Le comió la boca mientras ella gemía y jadeaba; tratando de seguir aferrada a esa tremenda poronga...Fabio la hizo sentar sobre el escritorio con las piernas bien abiertas empezó a chupar esos hermosos labios vaginales tan excitantes.“Me encantan las putitas como vos, veteranas con la concha depilada…”“Me la depilé para vos; tarde o temprano iba a terminar regalándome...”Respondió Anita, mientras se pellizcaba los pezones y gemía de placer sintiendo que su nuevo amante se dedicaba a lamerle la concha con una delicadeza y dulzura inesperada. Con sus dedos jugueteaba introduciéndolos rítmicamente en la vagina de mi emputecida mujer. Una vez que los tuvo bien lubricados empezó a metérselos en la concha y en el culo simultáneamente.Anita no pudo aguantar demasiado y al cabo de algunos minutos, explotó de placer. Era evidente que la lengua y los dedos expertos de ese flaco, eran una combinación difícil de tolerar ...