En brazos de extraños
Fecha: 18/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: ultraman, Fuente: CuentoRelatos
Sonó el timbre, me acerqué al monitor y pude comprobar que el piscinero había llegado puntual. Mis manos temblaban y corría un sudor frío por mí piel. Jamás a mis 30 años pensé estar en una situación así. Todo comenzó una semana atrás cuando luego de hacer el amor me sinceré con mi esposo. Él es un hombre muy atractivo e irresistible para las mujeres, tiene un sexapil que alborota las hormonas femeninas, su mirada es muy penetrante, sin dejar atrás su espléndido físico y su espectacular cuerpo trabajado durante muchos años en el gimnasio.
A cualquier sitio que vamos las mujeres le coquetean y eso me molesta pero a la vez me excita porque me siento alagada de tener un macho como él a mi lado. Le confesé que cuando las mujeres coqueteaban con él me ponía muy celosa como es normal, pero a la vez eso me generaba un extraño morbo, una sensación inexplicable que me hacía un nudo en la garganta, acelerando las pulsaciones de mi corazón sintiendo una fuerte desesperación como cuándo vas a perder lo que más quieres y deseas en el mundo, es una impotencia que perturba mis pensamientos pero luego cuando vuelve a mí lado me siento feliz y con muchos deseos de hacerle el amor. No soy una mujer insegura, al contrario me considero una mujer muy segura de sí misma, me conservo muy bien físicamente ya que soy modelo profesional. Conocí a Robert en uno de mis desfiles, cuando lo conocí supe que era el gran amor de mi vida. Jamás me había atraído un hombre tanto como él, aunque hay cosas ...
... que no me gustan mucho como su fuerte carácter, su dominio sobre mí persona y sus caprichos ya que viene de una familia muy adinerada acostumbrada a conseguir siempre lo que quieren de una forma u otra. A veces pienso que mis sentimientos son una mezcla de amor y obsesión. La semana pasada asistimos a una reunión de la agencia de modelaje para la cual trabajo, se realizó en el salón de fiestas del mismo edificio, como siempre Robert era el centro de atención de todas mis compañeras, su simpatía y elocuencia lo hacían resaltar en todas las reuniones, había una compañera de trabajo llamada Rosy que se lo comía con los ojos desde que llegamos. Robert tampoco es ningún santo y eso lo sé yo de sobra. Me mantuve cerca de él tomada de su brazo, Roxy desapareció cuando Robert fue al baño que estaba ubicado detrás del salón de fiesta, esto me puso sobre aviso y disimuladamente me dirigí hacia allí, observé si nadie me veía y medio entre abrí la puerta y se confirmó mi sospecha, Rosy estaba allí con mi marido, no los veía pero escuché sus voces, abrí un poco más la puerta y pude verlos. Rosy estaba sentada sobre el lavabo de mármol con sus piernas bien abiertas y Robert en medio de ellas besando sus labios apasionadamente.
Yo no sabía qué hacer, no quería formar un escándalo en mi trabajo y tampoco me atrevía por Robert ya que no me gusta que discutamos porque luego soy yo la que tengo que disculparme, así tenga yo la razón, ya que él es muy orgulloso y fue criado así y también porque ...