1. Una buena enfiestada en Mendoza


    Fecha: 19/10/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Había invitado a mi mujercita para acompañarme en uno de mis aburridos viajes de negocios. Esta vez era en Mendoza.La primera noche, después unas pesadas conferencias, mi esposa y yo pudimos finalmente disfrutar un rato de la pileta climatizada del hotel.Mi sensual mujercita se había puesto una diminuta tanga color verde claro, que apenas le cubría el pubis depilado y alcanzaba a contener sus suaves y firmes tetas.De repente ella se me acercó, quejándose de que un par de pibes ahí estaban mirando demasiado su voluptuoso cuerpo.Noté que ambos estaban de pie en la zona menos honda de la pileta, done del agua les llegaba casi a la cintura. Pude ver que se estaban masajeando la verga fuera de sus shorts, debajo del agua; mientras no le quitaban el ojo de encima a Anita…Ella también lo notó. Pude ver que se había excitado, ya que sus pezones se habían endurecido bajo la tela de su tanga. Podía ver sus areolas que se transparentaban claramente.Entonces le pregunté si el agua estaba fría para ella; pero Ana contestó que, más que eso, ella se estaba sintiendo húmeda entre sus muslos. Y todo porque esos dos flacos la estaban mirando con deseo. Con el deseo de cogerla…Mi mujercita me dijo que quería darles un espectáculo…Entonces la atraje hacia mí, con su espalda sobre mi pecho, mientras enfrentábamos a los pibes. Puse mis brazos alrededor de ella, mientras jugueteaba con sus tetas y besaba su cuello desde atrás.Pronto comencé a sentir que Ana respiraba de manera entrecortada, ya que ...
    ... estaba muy, muy caliente. Me pidió que le acariciara la cola; mientras ella se tocaba los labios vaginales.Unos instantes después dejé su cola y mis dedos fueron a su labia depilada. Encontré que Ana había deslizado su micro tanga a un lado y dos de sus dedos hurgaban su concha ardiente.Ella estaba mirando a los flacos mientras se pajeaba para ellos.Deslicé el corpiño y dejé sus hermosas tetas expuestas.Pronto observé que los dos tipos se habían acercado a nosotros.Segundos después Anita dejó escapar un leve suspiro. Entonces mire hacia abajo y vi que uno de ellos había hundido un par de dedos en la concha de mi esposa.Entonces Ana me suplicó si podía llevarse a esos flacos a nuestra habitación. Agregó que quería ser cogida duro; quería que la cogieran mal. Ella necesitaba esas dos vergas…Noté que Ana tenía su mano dentro de los shorts de uno de ellos y estaba jugando con una verga enorme. Entonces susurré a su oído que la idea me parecía bien…Les pregunté a los muchachos si querían ir a nuestra habitación con Ana, para usar y abusar su concha por el resto de la noche.Ambos pusieron cara de no poder creer tanta suerte: Se iban a coger a una esposa infiel como ella se merecía y además, el cornudo del marido se los pedía como un favor…Me preguntaron si yo iba a quedarme en la pileta mientras ellos le daban a Ana lo que ella necesitaba y yo asentí en silencio con mi cabeza.Entonces treparon fuera de la pileta y ayudaron a Anita a salir.Mi dulce esposa tomó una toalla y me dijo ...
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