Una buena enfiestada en Mendoza - Relatos Eróticos

Una buena enfiestada en Mendoza

... que luego me llamaría cuando yo pudiera regresar a nuestra habitación. Se inclinó para besarme y decirme que me amaba por dejarla coger con esos dos flacos.Dos horas más tarde mientras estaba descansando en una reposera junto a la pileta, escuché que Ana me llamaba.Estaba asomada a la ventana de nuestra habitación, envuelta en una toalla.Al entrar, mi mujercita estaba desnuda otra vez. Su suave concha estaba enrojecida y muy hinchada, totalmente cubierta de semen.Me sonrió, diciendo que ella quería que yo estuviera cómodo en la habitación. Agregó que quería pasar un rato más con esos pibes y que ellos regresarían más tarde a recogerla y llevarla a su cuarto.Ana sonrió otra vez y me empujó boca arriba sobre la cama. Trepó sobre mi pecho y reptó hasta que su concha empapada y llena de semen ajeno quedó sobre mi cara.Abrió sus muslos muy despacio hasta el máximo posible, hasta que su labia estuvo sobre mi boca. Dejó escapar una leve carcajada y me dijo que mirara su concha bien usada y abusada por extraños. Quería que probara su concha, que me la comiera…Comencé a lamer y chupar su concha inflamada. Se sentía bien.Me llevó apenas un par de minutes hacer que ella acabara sobre mi boca. Su clímax fue intenso y mi lengua saboreó sus jugos.Un rato después, mientras estaba chupando sus pezones erectos y le hundía mis dedos en su concha enfebrecida; los pibes golpearon a la puerta.Anita los recibió y ellos alegremente le dijeron que tenían una sorpresa para ella: otro par de ...

... conocidos también se ofrecían para unirse a la enfiestada…Mi sensual y caliente mujercita sonrió y comenzó a envolver su curvilíneo cuerpo con una toalla. Pero entonces me levantar de la cama y le pegué un tirón; dejándola otra vez desnuda.Le dije que, si iba a comportarse como una buena puta por una noche, entonces debía ir desnuda y regresar así también…Ambos flacos se rieron y aferraron a mi esposa por los brazos. La levantaron en vilo y la llevaron en bolas por el pasillo.Mi dulce mujercita me despertó pasadas las siete de la mañana.Cuando entró, parecía que la habían maltratado bastante.Me dijo que sus tetas le ardían y que sus pezones estaban muy doloridos e hinchados por tantas bocas que habían pasado por ellos.Sus labios vaginales estaban más enrojecidos e inflamados que nunca. Y su hermoso cuerpo estaba cubierto de rasguños, moretones y especialmente de semen fresco, que todavía se deslizaba fuera de su bien repleta concha hambrienta.Al darme la espalda, noté que también salía semen de su ano.Anita trepó a la cama y cayó sobre su estómago.Abrió sus piernas, diciendo que su concha realmente estaba muy dolorida y le ardía muchísimo. Acaricié su cola y encontré que su delicada entrada anal estaba muy, muy enrojecida de tanta fricción.Intenté meter mi dedo, pero Ana dio un agudo alarido, diciendo que todos ellos habían querido disfrutar de su apretado culo y la habían sodomizado con muy poca delicadeza. Ahora le ardía mucho.Después giró boca arriba y otra vez abrió sus muslos al ...