Marcelino me da la mamada y me invita a su casa
Fecha: 26/10/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... exorbitantemente sobre mi cara, mi pecho y mi abdomen. ¿Desde cuando no había follado este tío? Aquello parecía un mar de semen, más blanco que la leche.
Luego me vino mi orgasmo, no tardé mucho y se inclinó a besarme lamiendo previamente los cuajos de su esperma para que los compartiera. Estuvimos un rato así, besándonos y el tío supo camelarme con susurros y palabras cariñosas, entre otras me dijo:
— Además de guapo, atractivo y agradable, follando eres lo mejor de lo mejor, me has hecho sacar mis mejores jugos.
— Pero ahora quiero que me sueltes mis pies y que me folles tú, sin sado, sin ataduras, con amor, si es que te queda algo de amor en tu alma, —le susurré cariñosamente.
Sacó mi polla de su culo y bajó de la cama para desatarme, prometiéndome:
— No hay más ataduras, quería ver tu resistencia solamente, no me gusta tampoco el sado y he sufrido cuando me gritaste ¡¡¡No!!! Quiero que me perdones, por eso vamos a cenar y quítate esa mierda de calzoncillo. Me quité el resto de mi jocks y le seguí a una habitación. Me dio un sarong o pareo para que me envolviera y él se puso otro. Dijo sonriendo:
— No es que me dé vergüenza que nos miremos desnudos, pero vamos a pasar al comedor y las sillas son tapizadas.
En efecto, pasamos al comedor, alguien había preparado la cena fría, él mismo o algún sirviente, pero todo estaba exquisito, lo había preparado con champaña. Cenamos conversando muy agradablemente, oliendo a semen pero con hambre. No sé para qué ...
... servía la servilleta de hilo fino, si no era solo por la presentación, porque como íbamos valía la pena limpiarnos las manos con nuestro propio cuerpo. Pero la verdad es que la cena fue por todo lo alto. Al acabar de cenar quise levantar las cosas para guardarlas y me dijo que lo dejara todo. Pasamos, tal como íbamos al salón a tomar un whisky y me gustó que me acertara mi preferencia en whiskys, el Crown Royal.
Ahí, sentados en dos sillones, uno al frente del otro y con buena temperatura, comenzó a hablarme de negocios. Supe de su viaje en el tren porque venía de mi ciudad de hacer negocios y su representante había muerto repentinamente. Cuando me descubrió había pensado que yo sería el adecuado. Le hablé de los negocios familiares y me dijo que no le preocupaba, que aceptara si tenía algo de tiempo y habláramos de mis honorarios. Eso hicimos porque acepté al mostrarme una carpeta con todo el negociado descrito. Me pareció interesante y convinimos todo lo restante. Apuramos la copa y salimos hacia la habitación. Me llevó donde habíamos estado antes donde nos pusimos el sarong, pensé que era para devolverlos, pero allí me lo quitó y se quitó el suyo echándolos a un tacho de ropa sucia del baño. Entonces me dijo, señalando el tacho:
— Allá queda la etapa anterior calamitosa, aquí pasamos la primera noche de la nueva etapa.
No entendí bien, luego comprendí que se refería a sus negocios. Nos metimos en la cama e hicimos el amor. Le pedí que me follara y fue generoso, me ...