Forzada por mi suegro
Fecha: 29/10/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... entregado mi culo allí mismo en el garaje, pero iba a hacerle sufrir todo lo
posible.
Arrancó el coche y salió hacia la carretera de circunvalación M-40, al pasar por Montecarmelo salió y
tomó una carretera estrecha que iba hacia el Monte, allí siguió unos kilometros y de repente paró y
entró por un camino estrecho, ahora tenía claro que me lleva allí para follarme a gusto. Apagó la luz y
avanzó unos metros hasta llegar a la altura de un coche que estaba aparcado, entonces me dijo.
R.- Mira lo que están haciendo ahí.
Miré hacia el coche y vi una chica, más bien rellenita, que estaba de rodillas delante del coche y tenía a
su lado a dos hombres, a uno le estaba comiendo la polla y al otro le pajeaba con la mano, justo al lado
había otros tres hombres con la verga fuera del pantalón que se estaban masturbando viendo como la
chica se la mamaba al otro. Otro más mayor, que se encontraba detrás de ella, aprovechaba para tocarle
las tetas, se notaba que las apretaba con fuerza, pero ella no decía nada, al contrario, comía y comía
polla sin parar, de vez en cuando se sacaba la que tenía en la boca y mamaba la del otro que estaba
pajeando.
R.- ¿Te gusta? Tu, con tu vida familiar y convencional, no has disfrutado nunca, soy yo quien te va a
enseñar a disfrutar de la zorra que llevas dentro. Baja del coche y ponte delante del capo.
E.- ¿Qué? Me da miedo, no se que podría ocurrir.
R.- Haz lo que te estoy dicendo. Baja ya.
Bajé del ...
... coche y me senté en el capó, estaba caliente, por lo que este calor traspasó mi vestido y
me llegó de lleno al coño. Roberto encendió y apagó las luces dos veces, al momento dos de los tres
hombres que se estaban masturbando se acercaron hacia mi, uno se puso a un lado y me miró como
pidiendo permiso, yo no dije nada, pero el otro hombre ya estaba metiendo su mano bajo mi vestido
y tocaba mi coño, me inclinó hacia atrás para que me tumbara, lo hice y él abrió completamente mis
piernas, metió su cabeza entre ellas y comenzó a comerme el coño con avidez, metía su lengua dentro
y la sacaba una y otra vez, luego la pasaba de arriba abajo y chupaba los flujos que con mi calentura
estaban saliendo sin parar, el otro hombre ya tenía sus manos en mis tetas y las estrujaba con fuerza,
por momentos me hacía daño, pero debido al placer que estaba sintiendo no era capaza de quejarme.
Pasado un momento giró mi cara, sacó su verga y me la llevó a la boca, ahora era yo quien tenía que
esmerarse, a pesar de ser una postura un tanto incómoda, me tragaba esa polla una y otra vez, se la
chupaba y apretaba con mis labios y movía la cabeza adelante y atrás para meterla todo lo posible,
quería que llegase a mi garganta, el otro había sacado su cara de entre mis piernas y ya estaba con la
polla fuera preparado para envestir mi coño, tiró de mi hasta poenerme el borde del capó y una vez allí
me la metió dentro sin piedad, debía tener unos cincuenta años y era ...