1. Un hondureño en el paraíso


    Fecha: 30/10/2020, Categorías: Hetero Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos

    ... le prepará agua de sabor.
    
    Más tarde, el joven llegó ya aseado, fresco y con otro semblante aunque el cansancio lo vencía. Le pedí que se quedara mientras iba a hacer algunas cosas.
    
    Me fui de compras y llevé lo que debía llevar, leche, huevos, carne, refrescos, pan de caja, jamón y llené la alacena. Marvin estaba encantado y sus ojos reflejaban dulzura. Jamás me sentí en riesgo con él pues se portó como un caballero y reitero que me miraba como si hubiera caído del cielo.
    
    Era martes y yo le ofrecí quedarse hasta que se sintiera mejor. Me dijo que quizá en dos o tres días continuaría su camino, pues tenía la urgencia de ver a su padre. Me dijo que estaba en Los Ángeles y me hizo algunas preguntas. Yo he estado varias veces en Los Ángeles y le di algunos datos que serían muy útiles y hasta puse a varias amistades a indagar sobre el paradero de su papá
    
    Esa noche le dejé todo preparado y volví a mi casa. Atendía a mis hijos y como a las 23:00 horas llamé por teléfono a Marvin, pues en esa casa puse un teléfono celular fijo. Aunque creo que lo asusté un poco, descolgó el teléfono y atendió mi llamada. Le pregunté que como estaba y me dijo que bien, que había dormido toda la tarde y que se sentía mucho mejor.
    
    Le comenté que iría a verle para llevarle más ropa y dos pares de zapatos que dejó mi ex esposo y que curiosamente eran del número 28 y que le quedarían perfectamente.
    
    Tomé el auto y fui hacia allá. Como siempre ando muy fresca en casa me puse un vestido corto ...
    ... de vuelo y unas sandalias. Llegué y abrí la puerta y lo vi tomando un poco de refresco y mirando televisión.
    
    "Espero que te sientas bien, te traje más ropa y zapatos", le comenté. Él sonrió y me devolvió una sonrisa llena de agradecimiento. Me senté un rato pues él estaba viendo una película.
    
    Me sirvió un poco de refresco y continuó hablando sobre su vida, sobre todo de su familia. La conversación se extendió por más de una hora y cuando me di cuenta ya casi iba a dar la 1:00 de la mañana. Yo me levanté del sofá y lo vi como un niño que se ha quedado abandonado y volví a sentarme a su lado para tratar de consolarle. Le puse una mano en su hombro y lo animé a que siguiera adelante y que allí no estorbaba, sino que podía quedarse todo el tiempo que quisiera. Torpemente trató de darme un abrazo de agradecimiento y nuestras caras chocaron y sus labios quedaron muy cerca de los míos.
    
    Yo tengo 44 años y me cuido y me veo joven, pero el chico apenas tenía 19 y la escena era rara, él acercó sus labios y me besó. Yo correspondía al beso, primeramente porque seguía conmovida por lo que le ocurría y segundo porque soy una hembra muy caliente. Los besos eran torpes en un inicio y aun así yo sentía las menos rasposas del jovencito en mis brazos y en mis rodillas que fue lo primero que se le ocurrió tocar de mi cuerpo.
    
    Decidí entrar en acción para que el momento no se volviera más incómodo. El chico estaba agradecido y cuando froté mi mano en la zona de la cremallera vi que su ...