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Un hondureño en el paraíso
Fecha: 30/10/2020, Categorías: Hetero Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos
... agradecimiento había crecido y lucía bien. Le pedí que me tocara y acariciara pues ya no me estaba gustando que fuera tan respetuoso cuando lo que quería era lo contrario. Estaba completamente sorprendido cuando lo besé y me monté en sus piernas para comenzar a frotarlo. Por fin puso su mano en mi culo y vagina y se sorprendió que llevara una tanguita que apenas cubría lo necesario. Le pedí que apagara la luz. Yo le había quitado su playera y en lo que fue al interruptor yo me quité el vestido y quedé casi desnuda. Sólo era cuestión de que me quitara la tanguita. Acarició mis redondos senos y apretó mis pezones que ya estaban duros y excitados. Los besó, lamió y mordisqueó y yo ya estaba llena de deseo y seguía frotándome en su pito cubierto por el pantalón. Además, el tipo olía bien, a jabón perfumado. Era alto, quizá de 1.85 y muy flaco, pero su rostro era bello y sus ojos tristes. Me besó en el cuello y eso me puso a punto. Comenzó a introducir sus dedos en mi vagina y yo estaba ya demasiado caliente. Seguía moviéndome con frenesí y volviendo a besar sus labios gruesos. Me hizo a un lado y procedió a quitarse el pantalón y yo toqué su verga. Estaba completamente duro y larga. Me acomodé en cuatro y comencé a chupar su pene. Eso lo enloqueció. En eso he sido experta siempre y el joven no podía resistirse. Por unos 10 minutos metió y sacó su pito de mi boca y yo lo masturbé, lo lamí y seguí jugando con su aparato en mis manos, hasta que en algún momento hizo su cabeza ...
... hacia atrás gimió y salieron las primeras gotas de semen. Después salió una buena descarga que cayó en mi rostro y yo le seguí masturbando y exprimiendo hasta que no salió más leche. Sin encender la luz fui al baño y me enjuagué mi rostro. Fui de nuevo a su lado y me senté. Siguió acariciándome. Cuando me di cuenta su pito ya estaba erecto nuevamente y muy duro, así que aproveché para montarme en él y poco a poco me fue penetrando hasta que yo comencé a gemir al sentir ese garrote. Me moví con intensidad y él seguía apretando con su mano izquierda mis pechos y con la otra me sostenía del culo. Estaba muy excitado y yo lo seguía motivando arqueando mi cuerpo y aprovechando su pene el cual estaba hasta adentro de mí. Lancé un descomunal gemido y el me penetró más duro y más rápido. Le pedí que cambiáramos y que me lo metiera de a perrito y así lo hizo. Sentía como esa máquina entraba a excitar todas mis entrañas. Con uno de mis dedos yo me frotaba el clítoris mientras me seguía penetrando. No lo hacía con dureza para lastimarme, sino que su macana estaba realmente dura. Él comenzó a gemir y de repente lanzó una nueva descarga, ahora en mi culo. Para la tercera vez él se puso encima de mí y fue muy delicado, pero yo le pedí que me arremetiera más duro y así lo hizo. Volvió a tener otra buena descarga y para ese entonces yo estaba saciada. Había tenido suficiente pito y era hora de parar. En los siguientes días cogimos muchas veces y la verdad yo quedé fascinada, ...