Mis dos familias - 08 de 10
Fecha: 30/10/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... día que llegué Diego me enseño su casa, no entiendo como la puede estar pagando. -Manuel rápidamente cambió de tema.
-Ya noté que venías muy contento de aquella visita e imagino lo que sucedió, a Diego se le veía diferente, satisfecho y preocupado. -se detuvo un momento, estábamos en un banco corrido apoyado en la pared de la terraza, dudando si debía seguir hablando, me sorprendió lo perspicaz que resultaba en sus observaciones.
-Tienes razón, me hizo el amor, me encantó.
-Y quieres que aquello se repita, a mi me sucede lo mismo, no hay amante mejor que él y se de lo que hablo, pero me da la impresión de que no tienes nada que hacer. Diego es muy diferente a otros y tu resultas especial para él, te alejará para que no sufras daño.
-¿De qué hablas? Es cierto que me hizo el amor pero no te entiendo Manuel, ¿qué es lo que tu sabes? -se levantó de repente y se encaminó a unas mesas vacías para recoger los vasos.
-A la noche recuerda, después de la cena, duerme un poco para estar descansado. -aunque estuve un tiempo ayudándole en su trabajo y no volvió a soltar una palabra.
Bailaba y perdí de vista a mis compañeros, no me preocupé, seguramente habían vuelto a la barra a beber o a descansar en la mesa. Llevábamos más de tres horas bailando y bebiendo, en la calle no hacía tanto calor pero en la disco, a pesar del aire acondicionado, el movimiento y la bebida nos hacía sudar hasta tener las camisas húmedas.
Un chico se movía a mi lado, llevaba tiempo ...
... intentando que me fijara en él, se había abierto la camisa y lucía el pecho sin vello que brillaba por el sudor, sabía lo que se hacía y se mostraba cual gallo en un corral lleno de gallinas. Sabía que estaba bueno y se sentía seguro. Al verme solo se acercaba más y se contoneaba haciendo que la camisa flotara para llamar mi atención, hasta que se acerco y me sujeto la cintura.
-Veo que estas solo.
-Estoy con unos amigos. -me apretó ligeramente hacia él sin llegar a tocarnos con el cuerpo.
-Pero te han dejado solito. -sin dejar de movernos acercó su pelvis has rozarla con mi cadera, me di la vuelta y entonces se apoyó en mis nalgas, sentí el bulto que marcaba, sin darme cuenta el juego que el chico se traía me estaba calentando y me incliné para que mi culo saliera.
Supo que estaba dispuesto a seguirle el juego y que me había calentado, ya sin recato se apoyó con fuerza haciéndome notar su dureza, me abrazó y colocó el mentón sobre mi hombro.
-Estas muy bueno y me tienes a mil desde que te vi bailando. -susurró en mi oreja y luego me besó el cuello, cerré los ojos y dejé volar la imaginación. Volvía a sentirme entre sus musculosos brazos, tirando de mis hombros, con la verga en la entrada, para meterla hasta fondo en mi culo.
-¡Diego! -suspiré apenas. -el chico había bajado una mano y aplastaba mi polla rozándola y consiguiendo que gimiera.
-Hay un lugar aquí cerca, vamos a pasarlo bien, te gustará ya verás. -seguía acariciando mi polla, y como respuesta yo tiraba ...