Mis dos familias - 08 de 10
Fecha: 30/10/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... que saliera, seguir notando el palpitar de aquel mazo de carne.
-Sí, sí bebé, trágala hasta fondo, que come pollas tan bueno, sí putito, que rica boquita tiene el niño. Chupa y no pares.
Julio me lo pedía y yo obediente lo hacía saboreando los flujos abundantes que expulsaba, y pasando los labios a todo lo largo de la verga como si la fuera besándola en continuo.
-¡Qué rico la mama el hijo del jefe! Y que cachondo me pone. -aumenté la velocidad de pasar el pene por los labios y luego me dirigí a lamer la saliva que había acumulado en la piel de los huevos, y otra vez a saborear el amoratado glande a punto de reventar.
Manuel no cesaba de tratarme el ano y no sabía los dedos que mantenía dentro, y ya me metía la lengua entera arañando con los dientes el anillo del ano.
Habían pasado minutos gozando por los dos agujeros, la boca me dolía y pensaba que se me iban a salir las tripas por el culo de lo abierto que lo tenía.
-Tiene el culo muy sabroso Julio, y mira que testículos, seguro que no habías visto algo tan descomunal, cambiemos y lo pruebas. -eso hicieron, Manuel me puso el pene en la boca y Julio por detrás se admiraba de mis gordos testículos apretándolos y comenzando a comerme el culo.
Por lo menos la polla de Manuel no era tan grande, como la mía más o menos y podía tenerla en la boca y disfrutarla como yo quisiera, comencé a chuparla y darla vueltas con la lengua, haciéndole un buen trabajo para que supiera que yo era también un buen come ...
... pollas.
-Al fin me cobro lo que me prometiste Telmo, ¡wauu! que boquita mamona, eres mejor que yo. -su verga estaba riquísima toda embadurnada de líquidos por la excitación que había mantenido mientras me comía el culo.
Igual que antes Manuel, ahora Julio me metía los dedos agrandándome más el agujero, como si tuviera una polla de asno y necesitara un túnel para meterla, Manuel ya me lo había dilatado suficiente pero él quería experimentar y ser el que dirigía la maniobra.
Empujaba con fuerza la mano metiendo tres dedos hasta el fondo de mi culo, y la verga de Manuel no me dejaba hablar para decirle que era suficiente, me centraba en chupar y chupar procurando el mayor placer posible a Manuel.
Sin avisar tiró de mis caderas metiendo su polla entre mis piernas, me ajustó a la altura que deseaba y algo duro y gordo se posicionó en la entrada de mi culo. Sabía que había llegado momento supremo, me iba a meter la verga de un momento a otro, la segunda verga que mi culo tragaba y aunque me sentía bien abierto también algo nervioso, la polla de Julio era más gorda que la de Diego.
Comenzó a ejercer fuerza empujando, y suspendí la mamada para gozar la entrada de ese instrumento de placer que me horadaba el culo, abriendo y estirando las paredes del recto para alojarse en él.
Llegó la molestia, sin dolor, solo sentirlo como avanzaba milímetro a milímetro, adueñándose de mi culo, como señor que era de mi cuerpo en este momento.
La metía despacio y sin detenerse hasta que ...