1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 21)


    Fecha: 01/11/2020, Categorías: Confesiones Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... kilómetros que separaban sus vanguardias de Ciudad Numbar era impensable. Y cuanto más tiempo pasa, más aumentan las posibilidades de que el emperador mande refuerzos. Entonces regresó Nicci embarrada hasta las cejas, y la entregó la tableta.
    
    —Cámbiate de ropa, toma algo caliente y descansa, —dijo Matilda mientras cogía la tableta. Y mirándola fijamente, añadió—. Es una orden.
    
    Siguió trabajando con los datos de la tableta, y una hora después le dijo a su asistente que despertara a Ushlas.
    
    —¿Qué ocurre? —preguntó mientras se terminaba de colocar la guerrera, fresca como una flor.
    
    —Nada, nada, tranquila, —respondió sonriendo mientras su mano la acariciaba el trasero—. Convoca al estado mayor, y que asistan la Princesa, Rizé, Tokat, y por supuesto Burk.
    
    Casi dos horas después, todos estaban en el CMA, incluidos todos los oficiales de estado mayor: la expectación era enorme. La última en llegar fue la Princesa, calada hasta los huesos, seguida por Ramírez y varios escoltas.
    
    —Espero que se te haya ocurrido algo genial para salir de esta puta mierda, —dijo mientras la asistente de Matilda la ayudaba a quitarse la ropa empapada. Todos rieron, porque tenían la certeza de que Matilda algo había ideado.
    
    —Muy bien, tenemos una ventana de buen tiempo y vamos a aprovecharlo, —comenzó a decir Matilda, y señalando una zona en el lado occidental de Ciudad Numbar, añadió—. Esta próxima madrugada, voy a atacar con la 1.ª división de Maradonia y con apoyo de artillería ...
    ... autopropulsada, esta sección del muro defensivo.
    
    Los generales y la Princesa se inclinaron para mirar el mapa estratégico que había sobre la mesa.
    
    —Te he dicho algo genial, no esta cagada, —dijo la Princesa muy seria.
    
    —No, no, y no. Es un suicidio.
    
    —Nos estarán esperando.
    
    —El buen tiempo, es buen tiempo para todos.
    
    —A ver Matilda, —volvió a intervenir por fin la Princesa con cara suspicaz—. Ni siquiera tú eres capaz de llevar a cabo algo tan descabellado como esto. Sácate el as de la manga de una puta vez.
    
    —El tiempo no va a ser bueno para todo el mundo. General Hassard, por favor, informe.
    
    —Como sabéis, los sistemas de seguridad de su red de computadores estratégicos, es inexpugnable. Pero no sus sistemas secundarios. Por indicación de Matilda, hemos entrado en ese sistema y variado la previsión meteorológica para ese periodo. Para ellos las lluvias se intensifican. Como no es posible un ataque inminente con este tiempo, han relajado las defensas y están retirado parte de las tropas de los muros.
    
    —Aun así, pasaran horas hasta que el barro…
    
    —¿Sabéis una cosa? —le interrumpió, y señalando un punto concreto del mapa, añadió—. Yo acompañaba a mi padre a pescar en esta zona. A mí me cuesta mucho esfuerzo meditar. Lo consigo gracia a las férreas enseñanzas de las sacerdotisas de Konark, pero mi padre… ¡Joder! Papá se sentaba en una puta piedra con su caña de pescar y era capaz de estar horas y horas con sus pensamientos. Yo jamás le interrumpía. ...
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