Mari Carmen, una madre muy ardiente. 2
Fecha: 02/11/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues
... está menguando, pero aún es de día. Y hace calor, o al menos, Mari Carmen siente calor. Así pues, después de ponerse unas bragas limpias, se pone encima un traje de una pieza de andar por casa, de colores chillones, que le cubre el cuerpo hasta un poco más abajo de la cintura, dejando a la vista sus hermosas piernas desnudas. No lleva sujetador, y sus grandes pechos se mueven con gran libertad bajo la tela del traje, la cual, al no ser muy gruesa, proporciona también una magnífica visibilidad de lo que no debería verse en una madre decente. Luego, se enfunda unas sandalias ligeras de dos tiras y se va al baño, dónde se lava la cara para quitarse los restos de esperma. Justo a tiempo. Pili hace acto de presencia, abriendo la puerta de la calle. Pili…veinte años, piel blanca, estatura media, ancha de cuerpo, no muy bella de rostro. Buenas tetas, aunque no muy grandes, piernas fuertes y algo gruesas, como su madre. Pili, bien vestida, con libros bajo el brazo, con unas finas gafitas cuadradas sin montura, con su pelo corto y dorado ondeando al compás de sus movimientos. Entra en la casa, saludando a su madre y a su hermano, que parecen estar cada uno dedicado a sus tareas, como si no hubiera pasado nada. Los rayos del sol brillan con intensidad en esa tarde, aunque la noche ya se acerca. -¡Hola, mamá…un besitooo…hola Pablito, un besitoo…asii…- y Pili besa familiarmente a su madre y a su hermano, que intentan parecer normales. -¿Qué…que tal te ha ido en clase, Pili?- pregunta ...
... Mari Carmen, con la mente en otro sitio. -Oh, muy bien, muy bien…mamá…- -¿Si, hija?- -¿Estás enferma? Te he notado la piel muy…muy caliente…¿tienes fiebre?- dice Pili, mirando ingenua a su madre- Oh, y a ti, Pablito, también te he notado la piel muy caliente…¿no estarán malos los dos? Madre e hijo se miran a los ojos y buscan desesperadamente una respuesta adecuada. -No es nada, no es nada…solo estuvimos limpiando el jardín…- dice Pablo. -Si, eso, eso es , el jardín…estaba echo un asco, ya sabes. - corrobora Mari Carmen, con una amplia y falsa sonrisa. -¡Si, la verdad es que sí!- contesta Pili, sin prestar mucha atención al asunto- Bueno,me voy arriba a estudiar un poco…tengo los exámenes cerca, ya sabes… Y la joven de veinte años se da la vuelta y empieza a subir las escaleras al segundo piso del chalet. Mari Carmen y Pablo se quedan abajo, mirando como Pili sube, escuchando el sonido de sus pasos sobre los escalones, contándolos casi. Luego, se escucha, definitivo, el portazo que da Pili en su habitación. Están solos. De nuevo. -Pablo- empieza Mari Carmen, sin subir mucho la voz- Yo…creo que ahora debemos olvidar lo que ha pasado…me voy a la cocina, a preparar la cena…y tú, tú deberías irte a estudiar …si, eso, estudia y olvida…no debemos, no podemos…Soy tu madre. No podemos. No, ni hablar. Nunca más debemos hacer lo que hemos hecho hoy. Mientras habla, Mari Carmen no puede evitar dirigir furtivas miradas al paquete de su hijo. Y para su confusión y secreto deleite, nota que ...