Mi madre me consiente
Fecha: 18/10/2017,
Categorías:
No Consentido
Autor: Xavir, Fuente: CuentoRelatos
... esperas a la hora de comer, digo, si no vamos a cenar en la noche… Ándale, ya que andas aquí, mira; traigo un dolorcito aquí, aquí… mira, toca- casi a regañadientes acercó mi mano a su espalda. La reacción al roce de su piel fue inmediata, y mis shorts parecían una carpa.
- Ándale, hazme masajito, sirve que me pones bronceador en la espalda.
- ¡No, ma!
-¡Ándale Xavier, no seas así!
Se sentó en el camastro soltando los tirantes de su top. Yo estaba nerviosísimo; ansioso por tocarla, con miedo porque se diera cuenta de mi erección. De lejos, muy de lejos empecé a frotar su espalda, como si no quisiera tocarla.
- No, así no. ¡Ándale, amor! Hazle bien, ni que te fuera a morder.
No era una mordida lo que me preocupaba. Y Bueno, aun así me acerqué más procurando alejar mi cadera de su cuerpo. En un momento dado, mis manos se acomodaron en su cuerpo, estaba disfrutando a tal grado el roce de esa piel suave que palpitaba por el calor, que me olvidé de todo.
-¡Ay! Así mi hijito, así… que rico.
Era por supuesto una frase inocente, que yo escuché como a lo lejos. Estaba absorto, embebido en fantasías locas y salvajes que pensaba ya olvidadas, y hubiera continuado si no hubiera sido porque, mi mamá se movió de tal manera, que se rozó con mi verga erecta en toda su espalda. Ambos nos separamos violentamente.
Sin poder mirarla a la cara, le dije que en serio tenía algo de hambre y corrí a la cocina. Después de un silencio incómodo me gritó que no me llenara, ...
... que se iba a bañar para irnos a comer.
Pasaron un par de horas, hasta que salió y nos fuimos. Todo el camino predominó el silencio, hasta el restaurante, parecía que los dos nos habíamos quedado sin palabras. De pronto, después de un rato, como si no hubiera pasado nada, ella introdujo un tema trivial sobre la escuela de mi prima o algo. Yo inmediatamente me sumé al comentario con mi mejor cara; me parecía un buen punto de borrón y cuenta nueva.
Así regresamos a la casa. Yo le dije que me iba a dormir un rato, y antes de irme, me recordó la promesa de la cena a la cual yo accedí sin mayor queja. La verdad me sentía bastante mal por la desvelada y caí como piedra. Dormí unas tres horas, me metí a bañar nuevamente, me puse unos shorts y una camiseta, y bajé a la salita, dónde habíamos acordado vernos. Ella se había puesto de nuevo su bikini rojo, y había vuelto a la alberca.
Preferí no verla esta vez, me dirigí hacia ella después de repetirme una y otra vez "es mi mamá, es mi mamá" Le pregunté que si estaba lista. Solo salió se secó y subió a su cuarto prometiendo no tardarse mucho. Yo me quedé en la sala, tratando de pensar en cualquier otra cosa. Regresó. No se había quitado el bikini. Solo se cepillo el cabello deteniéndolo en una cola; se puso unas sandalias y uno de esos trapos como falda (No me acuerdo como se llaman esas cosas) sobre la tanga; seguía viéndose deliciosa, pero estaba firmemente dispuesto a pasarlo por alto.
Seguimos un rato con la conversación ...