Dulces 8: Crónicas del Chevette Blanco 2 - Relatos Eróticos

Dulces 8: Crónicas del Chevette Blanco 2

-Como lo vas a querer Paul? -preguntó Gabriel a su hermano mayor- Libre o envuelto? -Tanto aguardiente me está dejando algo mareado, asi que esta vez lo voy a querer envuelto- dijo Paul- no tengo ánimos de escuchar tantos gritos. -No quiero, paremos -pedí a punto de llorar Pero ninguno pareció oír mi suplica, Gabriel fué al chevette blanco y trajo consigo un rollo de cinta auto adhesiva, Paul se sonreía mientras yo me quedaba inmovil, me había disfrutado la mamada salvaje si, pero también me había aterrado; y ahora iban a hacerme algo que por mucho parecía mas doloroso. Gabriel tomó la cinta mientras su hermano me colocaba los brazos detrás de la espalda este se dió a la tarea de embalar mis manos dejandome maniatado, luego sacó otro pedazo y me lo puso en la boca, entonces Paúl me cargó en brazos hasta la maletera de su carro y me dejó en posición de pompita levantada. -Lo lubricaste bien? -preguntó Paul a su hermano dos años menor. -Aun no, espera, voy por el. -Mala leche! -dijo indiferente- lo voy a clavar de una vez. -bueno, igual lo lubriqué con mi lengua no hace mucho -dijo Gabriel. El metal del chevette estaba frío, al igual que la noche misma, mis manos sudaban dentro de esos vendajes de cinta, mi mejilla derecha tocaba la maletera del carro mientras yo me esforzaba por respirar por la nariz y controlar mi llanto -seguro que no es tan malo -pensé iluso; Un glande ensalivado fué lo que sentí un segundo despues en la puerta de mi ano, Paul con su mano izquierda me ...

... tomó del hombro mientras con su derecha me acomodaba la verga en el culo, hacía movimientos circulares variados, olía a alcohol y se escuchaba algo extraño al hablarme. Mis ojos vieron a Gabriel manoseandose al mirar a su hermano cojerse a alguien mucho mas pequeño que él, los movimientos seguían lentamente causándome cosquillas y sensaciones pero también notaba que su glande se hundía de a poco dentro de mí; así estuvo casi dos minutos, retiró su pene de mi, Gabriel se acerco lamiendolo y ensalivando por entero el pene de su hermano mayor y tomando una polaroid se preparó para fotografíar lo que estaba por suceder, Paul ahora lubricado hizo contacto pene-culo conmigo, me imaginé como terminaría esto y cerré lo ojos dejando caer numerosas lagrimas por mi cara mientras Gabriel disparaba una foto contra mi. ZAZ! entró una porción con cabeza y todo, dí un grito desgarrador que fué contenido por la cinta auto adhesiva en mi boca, les escuché reir mientras sentía como un rayo me partía a la mitad, al tiempo que otras fotos eran tomadas en mi rostro o en mi culo, el dolor punzante fué indescriptible y hasta ese momento jamás había experimentado una cantidad tal de sufrimiento, de alguna forma percibía en mi ano un objeto caliente y grande abriendose camino por mi culo y llevandose por delante cualquier cosa dentro de él; una parte de aquella verga se retiró y sin esperar mucho volvió a introducirse dentro de mi culito en mayor cantidad, Paul estaba metiendo cada vez mas de su pene ...