Dulces 8: Crónicas del Chevette Blanco 2 - Relatos Eróticos

Dulces 8: Crónicas del Chevette Blanco 2

... esfuerzo y los tragos, su verga cada vez mas flacida se hallaba cubierta de semen, heces y algunos hilos de sangre; sin embargo a pesar de las nuevas sensaciones experimentadas yo no había alcanzado el orgasmo, solo sentía el ENORME vacío en mi recién desvirgado culito dejado por la verga de Paul, me toqué y me ardió, al ver mi mano me sorprendí al ver la sangre y la susodicha leche de hombre, esto de alguna forma me mantuvo caliente asi que como me encontraba aún caliente miré a Gabriel sin saber que hacer, por lo que este me dijo- primo, cuando quieras guevo usted se acerca, lo saca, lo pajea y se lo mama, y cuando su macho quiera él mismo se lo va a cojer. Luego de decir esto se sentó en la tierra haciendome señas para que me sentara sobre su pene, introducirlo no me costó nada por la gran lechada dentro de mi, por instrucciones de gabriel moví mi pelvis de cada forma que me instruyó, de adelante hacia atrás, circularmente, dando brinquitos sobre la verga y así lo hice, luego de ser violado por tan enorme paloma, la de Gabriel no producía el mismo efecto pero el morbo de aceptarme como putito y encontrame sentado sobre un pene siendo cogido por un hombre me mantuvo al mil por ciento en todo momento, especialmente cuando las manos de Gabriel me dieron un paraiso de caricias y suaves nalgadas que me iniciaron a gemir como niña de nuevo, unos quince minutos despues era Gabriel quien estaba encima de mi con mis patitas en sus hombros mientras me cogía con el júbilo y la ...

... energía propias del adolescente que era, mi prostata estaba a punto de estallar pero fué cuando Gabriel me dió un tremendo beso de lengua que mi culo apretó con fuerza su verga, ese era mi primer orgasmo, mi culito constreñía constante y alternadamente aquel pene intruso que me causaba tanto placer, y mi primo al sentír su verga siendo asfixiada con ímpetu se dejó ir llenandome tambien de sus varoniles jugos seminales. Quedamos exhaustos esa noche magicamente full de estrellas, Gabriel se sentó en el asiento de atrás y yo utilizando sus piernas como almohada me acosté cómodamente mientras Paul entre tomado y desahogado se quedó a dormir desnudo al aire libre; sin embargo algo vino a mi mente, esa culpa post orgasmo que lucha contra nuestro instinto, allí le pregunté a Gabriel: -Por que hicimos esto? -Te gustó?! -preguntó interrumpiendo. -Si, mucho -le dije. -A nosotros tambien -dijo él- A todos les gusta coger, solo que nosotros te queremos mucho y queríamos compartirlo contigo. -Pero Paúl fué muy malo conmigo -reproché. -Él es así, asi es como el demuestra que te quiere, cogiéndote bien duro -continuó- además, ahora eres su putito asi que a partir de aqui va a amarte mucho más. -. -Quieres que él te ame? -preguntó -. (a pesar de mi cargo de consciencia) Si! -Entonces debes hacer caso en todo lo que él te diga, y no preguntes, solo vas y lo haces, si? -Está bien. -Ahora vamos a dormir que mañana vamos a enseñarte a ser el mejor putito. "Este relato fué escrito por Shotaboy, espero ...