Para todas ellas
Fecha: 30/11/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: axel, Fuente: CuentoRelatos
... estupendamente histriónica. Las siete, todas, actuaban ahora sin cometer un solo error.
—A ver, ponte de pie ante nosotras y demuéstranos que en nosotras confías y que quieres ser nuestro amigo.
—T… te… tengo mucha... vergüenza... estoy muy... e... excitado... perdón —Apenas audibles sus primeras palabras. Todas, sin hacerlo, en sus mentes alzaban los brazos arriba y sin moverse, ¡saltaban eufóricas y bailaban!
—Ay, pero por favor, ¿vergüenza? ¡Noo! pero no, no y ¡no! Somos aquí tus amigas y nuestra amistad ¡no tiene vestimentas! Mira, mirame y yo también me desnudo, mira — Y así diciendo, aquella muchacha procede rápidamente a quitarse sus ropas, quedando allí completamente desnuda, ante la naturalidad de las demás que admiraban en sus adentros, la estupenda decisión de saber eso que ella iba a hacer.
El hermoso y viril muchacho, contemplando aquella escultural desnudez, hermosamente femenina y voluptuosa, de enormes senos además, y piernas y nalgas enormes, queda como volcán a punto de querer estallar, y a duras penas consigue frenar el comienzo de un orgasmo que al así verla, casi en él intenta aflorarle. Su enorme pene, había ahora crecido entre sus piernas, aún más, ¡mucho más!
—Vamos, ponte de pie y demuéstranos tu sinceridad amistosa hacia nosotras.
Y juntando coraje, confiando en ellas y demostrándoles que no era él un mal chico, yergue su varonil figura exhibiéndose pleno ante el mirar de todas, que cortándoseles a las siete la respiración, ...
... boquiabiertas quedan contemplándole aquel despampanante falo, tan inmenso como asombroso en sus exageradas dimensiones inhumanas.
Colores mil, dominan los semblantes de las muchachas. Como veloces relámpagos cruzan entre ellas las miradas más sutiles, haciendo verdaderas maravillas actorales para no echar a perder tan buen trabajo recientemente ante él logrado y recomponiendo inmediatamente, aunque no sin sobrehumanos esfuerzos, esa "frialdad" que no les delatara en los infiernos que por sus interiores corrían, hablándole casi con "maternales" acentos, fueron ganándole por completo la confianza, para pasar, ahora sí, a un nuevo paso en la invasión de la conquista definitiva.
—¿Ves? ¿lo ves? Nada, absolutamente nada malo hay en esto de que puedas mostrarte ante nosotras, así desnudo. —Una estupenda y como angelical sonrisa se dibuja en la chica que junto a él ahora así le habla y, sin abandonar esa sonrisa que de muy buen grado él valora, con otra sonrisa ahora ya más animado le responde. Así, en ese marco la muchacha le da en la mejilla un suave beso, y acariciándole una mano, hasta logra que él le devuelva ese beso con otro que, en gratitud, le retribuye.
Todas están ahora sonriendo con actuadísimas sonrisas muy bien logradas, que no hacen más que afirmar aún más el logro que sobre su confianza estaban trabajando, y aquel muchacho amplifica ahora más sus demostraciones de gratitud hacia ellas, sonriéndoles con una expresión que muy a las claras decía de su entrega a ...