1. Para todas ellas


    Fecha: 30/11/2020, Categorías: Masturbación Autor: axel, Fuente: CuentoRelatos

    ... todas.
    
    Ahora ellas ya podían dar "otro paso". La que junto a él estaba, ahora comienza ya, a abrazarlo, acariciarlo y sonreírle. Él, le sonríe.
    
    Ya van llegando otras y otras más a sumarse al "afecto" brindado, y pronto, ya están las siete acariciándolo entero.
    
    Obviamente tales demostraciones no podían quedar en un plano de frialdad "meramente fraternal", y al dirigir algunas muchachas en el cuerpo de él algunas caricias crecientemente osadas, éste comienza a sonreírles con complicidad claramente erótica, lo que al instante arranca de todas, las aprobaciones que van reflejándose en las crecientes risitas que unas y otras ya están al aire largando sin fingidas actuaciones y sí, con la deseada malicia de saberse vencedoras en aquel trabajo de lograda captura.
    
    Sí, era obvio que un muchacho que hacía aquello de practicar solitariamente aquellas costumbres desnudistas, no estaba preparado para compartir así de golpe y sin un tratamiento previo, el placer de un disfrute como el que allí aquellas siete muchachas deseaban aprovechar. Pero el trabajo de todas, hizo el milagro que, en cosa de minutos, supieron en él con éxito absoluto cristalizar.
    
    Ahora, teniéndolo completamente desnudo y liberado de miedos, prejuicios y otras pesadas cargas, ya lo habían "domado" para hacerlo entregarse a ellas sin pudores ni límites ninguno, y así como un dique se rompe y libera su caudal para derramarlo estrepitosamente en el escape, así, el muchacho se les entrega a ellas ...
    ... regalándoseles para que con él hagan ya mismo, cuánto ahí mismo ellas hacerle quieran.
    
    Y ahora, en las siete, ¡estallan sus verdaderas pasiones! y las más cochinas y lujuriosas carcajadas estridentemente triunfales, en femenino y grotesco coro, explotan al aire en prolongada manera, y ya, todas juntas y con la absoluta complicidad de él, comienzan a disfrutarlo en un hacer y hacer derrochando en su desnudez completa, los manoseos y mil otras cosas que en conquista absoluta habían allí logrado.
    
    Las cosas, las habían hecho ellas, perfectamente bien. Y ahora, "estaban cobrando el premio".
    
    Aquello, era la violación con consentimiento a un fogosísimo semental, que ahora estaba por completo a los pies de todas y disfrutando, aunque con desesperaciones de locura, las cosquillas más monstruosas que las siete le estaban haciendo.
    
    Aquél, su enorme y grotesco falo entraba y salía de las bocas de las siete que, en disputa total, entre jocosa y lujuriosa se lo disputaban quitándoselo unas a otras, y aquel muchacho llegaba a bramar y gritar entre aquel desenfreno orgiástico en el cual lo tenían ya preso.
    
    Los más grotescos y despampanantes chorros de leche empezaron a saltarle a él, chorizo afuera, y reían a carcajadas las siete mujeres dirigiéndose aquel seminífero riego que impregnaba los rostros de todas, mientras él gritaba en desesperaciones orgásmicas como de demencial locura atroz.
    
    Como siete desaforadas diablas de la lujuria, aquellas hermosas muchachas se regodeaban ...