1. Malena 9


    Fecha: 30/11/2020, Categorías: Incesto Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... una desgracia. Empalideció súbitamente, gritó y casi pierde el sentido.
    
    Aparentemente unos segundos después todo estaba normalizado Leonardo la calmaba pues estaba temblorosa, la acariciaba con ánimo culpable por su falta de cuidado que -además de haber podido producir una desgracia- la había alterado de tal forma que sólo temblaba, pero no hablaba ni se movía con la mirada fija en el parabrisas del vehículo.
    
    El terror súbito se había descargado en sus entrañas en forma de una punzada dolorosa que le atravesó su vientre y que ella sintió como una puñalada que la desgarró.
    
    No dijo nada.
    
    El dolor se estabilizaba, emergía de entre sus tripas, crecía y luego cedía. Ella no se quejaba ni explicaba lo que le pasaba.
    
    Cuando llegaron a su edificio Leonardo le preguntó si quería que la acompañara hasta su apartamento, -aun a riesgo de enfrentarse con su madre con la que no estaba en buenos tratos desde que supo que era casado- Malena se negó, le dijo que estaba bien, que ella podía sola. Que eran sus nervios. Que más nerviosa se pondría si su madre lo veía con ella.
    
    Sola, con el dolor que volvía a tomar fuerza en su vientre, logró llegar al ascensor que la dejaría a escasos metros de su apartamento. Aunque fuera arrastrándose llegaría.
    
    Mientras el ascensor subía, el puyazo se convirtió en un lanzazo.
    
    No pudo resistirlo, las piernas le fallaron y calló de rodillas con sus manos conteniendo su abdomen, sudorosa, asustada y a punto de desmayarse.
    
    El ascensor ...
    ... abrió sus puertas automáticamente al llegar, pero ella no pudo arrastrarse hacia afuera y las puertas se volvieron a cerrar y comenzó a bajar.
    
    Llegó nuevamente a la planta baja.
    
    Malena vio los zapatos de un hombre que se precipitó en su ayuda: trató de levantarla y se interesó por su estado… su dolor y sus sensaciones.
    
    Sin pensarlo -pues sabía que ella vivía en su mismo piso y que el asunto era una emergencia- la ayudó a llegar a su propio apartamento, para recabar la ayuda de su esposa pues la enfermedad, parecía ser de las propias de las mujeres, pues tenía la entrepierna de su pantalón manchada de sangre que le bajaba por los muslos.
    
    Al apenas abrir la puerta, Malena se precipitó al baño con la fuerza que le proporcionaba su estado aterrado y el bochorno por la situación.
    
    Menos de una hora después, salió del reservado, ya repuesta, alentada y con el color rojizo de sus mejillas en proceso de normalizarse; sin dolor pero aun azorada y pudorosa.
    
    Se consiguió a su salvador, a su rescatador, llorando sentado sobre el sofá con su cara sumida entre sus manos.
    
    -¿Tanto lo ha afectado mi estado? se preguntó.
    
    Sentándose a su lado, le dijo que ya estaba bien…que no se preocupara… que sólo fue un dolor menstrual más fuerte de lo común…y, un sangramiento excesivo que la había sorprendido y la había puesto nerviosa…
    
    -gracias…cálmese… no llore… no es para tanto. Puso su mano sobre su hombro mientras le hablaba y esperó a que reaccionara.
    
    Ella sabía que había ...
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