1. Alicia 01


    Fecha: 03/12/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... bastante tiempo a ese menester hasta llegar a introducir la puntita del dedo por su ano, sintiendo cómo de apoco se aflojaban aquellos músculos que mantenían cerrada la puertita. Al rato me pareció prudente aplicar la medicina y tomando el supositorio lo embarré con la crema de manos, apuntando a su orificio inicié la presión y se introdujo casi solito, no podía creer lo fácil que era, por lo que empujé un poco con el índice para que entre más profundo diciéndole que era mejor mantener el dedo allí para que no se salga. Con todas estas maniobras tenía un bulto descomunal acompañado por mi pantalón tipo pijamas de tela delgada que hacía sentirle a Alicia todo mi aparato en su pancita. Al finalizar le dije "viste que no era doloroso en absoluto, solamente había que hacerlo con cariño", dibujándose una tremenda sonrisa en su carita se sentó como siempre en mi falda. La expresión "como siempre" es relativa, ya que ella seguía con su bombachita abajo moviéndose lentamente para buscar diferentes puntos de contacto, sintiendo en su carnecita pelada al monstruo que la amenazaba debajo. Ambos pensamos lo mismo, Alicia se sentó medio inclinada para que mi mano llegase a sus partes, y de paso ella tenía el campo libre para apretar su nuevo juguete. Supuse que sentía gran curiosidad por mejorar el tacto logrado, por lo que suavemente dirigí su mano al inicio de mi pantalón con elástico suave, así ella decidiría si quería continuar explorando. Mis dudas se disiparon al sentir su manita ...
    ... bajando tranquilamente sobre mi piel desnuda hasta llegar a la punta del animal, allí se asustó un poco del tamaño pero muy suavemente lo fue recorriendo con los dedos, temiendo apretarlo y lastimarlo, hasta que finalmente lo rodeó completamente con la mano analizando mi expresión en busca de aprobación o mueca de dolor. Demás decir que mi cara era un poema, la sensación de tener a mi bella nena tomando la carne directamente entre sus manos era estremecedora. En esa posición fui acariciando suavemente su colita, como reponiéndola de un supuesto sufrimiento y recorriendo con la mano aquella zona donde se convierte en las piernas, esos muslos que enloquece mirar en la ropa de las mujeres. Mis dedos recorrían toda esa geografía explorando algunas áreas que habría obviado anteriormente hasta descansar en el centro, en ese hoyito donde había penetrado un intruso cubierto de crema. Ese agujerito ya no se sentía tan fuertemente cerrado como la primera vez, parecía relajarse al pasarle el dedo y amagar entradas furtivas, por lo que metí el índice en el pote de crema y lo deposité nuevamente en el glorioso centro, esta vez haciendo ligera presión circular aver si se permitía la entrada. Fue cuestión de un ratito que tenía medio dedo insertado en el culito de mi nena y lo movía suavemente buscando puntos de placer. Creo que su carita era tan un poema como mi expresión, yo trataba de no sentir demasiado su mano jugando en mi aparato para no terminar eyaculando, por lo que me concentraba ...
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