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Mi suegro ordeñando mi leche materna II
Fecha: 03/12/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Dra.juliagarciasexy, Fuente: SexoSinTabues
Después de succionar la leche materna de mis senos. Mi cuerpo demandaba, no, exigía sentir aún más placer. Mi suegro levantó mi falda y descubrió que mi ropa interior estaba ausente. No perdió tiempo y quito de su camino lo más que pudo mi falda para poder tener un panorama libre de lo que era mi velluda vagina. El vello no lo había recortado en más de un mes y el olor de mi orina estaba mezclado con el de mis orgasmo. Sentí como mi suegro olfateó a profundidad mi vagina extasiándose con tan erógeno olor. –No puedo creer lo rico que huele tu conchita –dijo mientras levantaba su cabeza por encima de la falda y me miraba saboreándose pasando la lengua entre sus arrugados labios. –Por favor no se burle, estoy segura que debe de oler muy feo. –No digas tonterías hijita, tienes todo el olor de una hembra en celo. –No diga esas cosas por favor, me ponen muy tímida. –Ya te dije que estas en confianza amorcito, tu solo déjate llevar y yo te voy a consentir. –Está bien, por favor hágame sentir bien. –No tienes que decírmelo dos veces linda. Volvió a meter su cabeza por debajo de mi falda y esta vez sus húmedos labios hicieron contacto con mi rosado clítoris. Él lo beso pellizcándolo con sus labios y estirándolo un poco. Yo me mordí los labios mientras él seguía estirando levemente mi rosada vulva. Lo suficiente para sentirlo y para no lastimarme. Yo mordía mis labios mientras el recorría con su áspera y larga lengua cada rincón de mi vagina sin penetrarla. Mi cuerpo ansiaba ser ...
... perforada por su lengua, pero él me torturaba solo provocándome. Su lengua se aproximaba peligrosamente a la entrada de mi túnel de placer pero no terminaba por atravesarlo. –Por favor, no sea cruel, ya métamela señor –dije mientras le acariciaba la cabeza. –Yo sabía que te hacía falta un hombre de verdad hijita. –Lo que pasa es que su hijo no me satisface desde hace mucho tiempo, de hecho no creo que nunca me haiga llegado a satisfacer por completo –dije mientras pasaba mis dedos por su rostro. – ¿En enserio que mi hijo no te llena? –pregunto curioso mi suegro. –La verdad que tiene su pene muy chico y no dura mucho en la cama. –A que mi hijo, no puede ser que no haya sabido ser un verdadero hombre como su padre, y poder satisfacer a una verdadera hembra caliente como tu hija –dijo mientras volvía a bajar a mi vagina y esta vez metió su lengua dentro de mí. Yo doble mi espalda hacia atrás provocada por el inmenso placer que me dio el ser penetrada por aquella gran y húmeda lengua. Se movía como una serpiente curiosa dentro de una nueva cueva. Buscaba a su presa y yo me desvanecía y caía presa del placer hipnótico que aquella serpiente húmeda me provocaba. Comencé a sentir la pasión que mi cuerpo hacia emerger de lo más profundo de mi ser. Aquella indomable pasión se desbordaba de mi piel, mis pechos, mi vagina y mi ano hacia mi suegro. Aquel hombre tan anciano me estaba haciendo sentir mujer después de mucho tiempo que no lo experimentaba. Yo quería a mi esposo, pero la verdad no ...