1. Mi suegro ordeñando mi leche materna II


    Fecha: 03/12/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Dra.juliagarciasexy, Fuente: SexoSinTabues

    ... apuro su pantalón–. Su ropa interior descendió y la prisión de algodón que detenía a su bestia cedió enteramente. Una bestia gorda y salvaje salió de su ropa interior. Ven hijita, dale un besito a mi compadre (dijo compadre refiriéndose a su polla). Yo me acerqué a él lentamente viéndolo fijamente a los ojos y recorriendo la cama como una gata hambrienta de un macho. Él se masturbo un poco haciendo crecer aún más su polla que para ser vieja no había ocupado de ninguna pastillita azul. Él estaba sentado en la cama y yo lo empuje para que se recostara. –Le voy a dar una mamada cubana que la va a seguir disfrutando hasta que se muera –dije mientras tomaba su duro y grueso miembro sin poder cerrar completamente mi mano. –Pues déjame ver que tal lo haces chiquita. –No se vaya a venir tan rápido, cuando le doy mamadas a mi esposo no dura ni 2 minutos. –Mi hijo es un poco hombre, estas frente a un macho chiquita, tu dale con todo que yo te aguanto bien firme. –Conste que se lo advertí, eh. –Tú no te detengas por nada. Yo me acerque a su ingle y mis pechos los deje caer sobre su erecto pene. El peso de ellos lo sintió y suaves como algodones acariciaron su miembro haciéndolo retorcerse un poco. –No se vaya a venir así de rápido señor –dije mientras me sonreía un poco–. Eso no fue nada hijita –dijo–. Yo aprisione con mis grandes senos su pene y lo desaparecí por completo. Mis enormes senos apenas y dejaban salir su pene por encima de mi línea de escote. Su pene era muy gordo pero no ...
    ... pasaba de los 18 0 19 cm. Podía sentir él puso de su miembro mientras yo apretaba mis glándulas mamarias haciéndolas subir y bajar despacio. A propósito veía sus reacciones al hacerlo. Mi suegro solo cerraba con fuerza sus ojos tratando se distraer su mente pensando en otras cosas para poder soportar aquel dulce martirio que mis pechos le daban. Deje caer un gran chorro de saliva en medio de mi escote y baño su pene por completo cayendo primero en todo su glande. Después de haberlo liberado un poco para que la saliva recorriera todo su pene, volví a atraparlo entre la suave prisión de mis gigantescos y voluminosos pechos. Volví a subir y bajar con ellos apasionadamente. Segundo a segundo incrementaba mi ritmo mientras el rechinaba sus dientes y apretaba las sabanas como si fuera a desgarrarlas. Me agache un poco y comencé a chuparle la cabeza del pene mientras subía y bajaba repetidamente mis tetas. La leche salía de mis pezones como dos pequeñas fuentes y yo usaba mi leche como un dulce lubricante para su miembro. Mi lengua esta vez, era la que se portaba traviesa recorriendo su glande salvajemente. Podía saborear su sucia orina y la pre eyaculación que desesperadamente salía de la uretra anunciando la próxima venida de su cálida y espesa leche. ¡Ya no puedo aguantar más hijita, me voy a venir! –Dijo cerrando los ojos fuertes y dejando escapar gemiditos pequeños–. No han pasado ni 4 minutos, pensé que podía durar mucho más que mi esposo –dije burlándome un poco de el–. –Yo ...