El principio del fin 4 (una noche de tres)
Fecha: 04/12/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Avariciasex, Fuente: CuentoRelatos
... podía más, estaba muy excitado, y encima tenía dos mujeres dándome placer, una besándome y la otra comiéndome el pene. Me deje llevar por ese juego sexual. ¡Y llegó! ¡Joder que si llegó! Fue el orgasmo más placentero y brutal de toda mi vida. Notaba como mi leche inundaba toda la boca de Alba, mientras Lidia que había notado mi orgasmo, me besaba con más dureza. Cuando todo acabó las dos se pusieron en pie y se besaron como si estuvieran saboreando todo mi semen.
Alba fue a preparar unas copas mientras Lidia, me desataba de la silla y en cuanto pude la abracé y la besé. Ella me dijo…
- Date una ducha te esperamos en la terraza para tomar una última copa.
Después de la ducha, salí al balcón solo con una toalla atada a mi cintura, pero al ver que las dos mujeres que me esperaban estaban completamente desnudas, me la quité rápidamente quedándome yo también desnudo en aquella fresquita noche. Era increíble, no me lo podía creer, aquellas dos preciosidades, solo vestidas con unos zapatos de tacón, me estaban esperando a mí. Yo enseguida empecé a excitarme, mi pene volvió a ponerse erecto. Alba que fue la primera en darse cuenta me dijo…
- ¡Otra vez estás así! Pero si no te hemos hecho nada.
Yo le explique que aquella situación era suficiente. Que eran dos mujeres preciosas, y que me apetecía mucho hacer el amor con ellas. A lo que Lidia contesto…
- Ya te dije que era un encanto de hombre, has visto con que delicadeza nos ha dicho que quiere follarnos como perras. ...
... Por eso estoy locamente enamorada de él.
Y Alba dijo…
- Que suerte has tenido cabrona. Para uno que encontramos y te lo quedas tú. Si pasará más tiempo con Sergio, seguro que yo también me enamoraría locamente.
Para entonces Lidia ya estaba besándome y acariciándome apoyados en la barandilla de la terraza. Yo le dije que podían vernos, a lo que ella contestó…
- Pues que miren, yo hago lo que quiero y cuando quiero, y más con mis cosas, y tú eres todo mío.
Alba se levantó de la silla, se acercó, me abrazo y dijo…
- Por si nos están mirando, aquí tienen, tu fallándote a las dos y ellos solo mirando.
¡Dios! Pero qué suerte la mía, otra vez solo tenía que dejarme llevar por aquellas dos mujeres. Lidia se apoyó en la barandilla de espaldas a mí y abrió sus piernas para que metiera toda mi verga en su fantástico coño. Mientras me la follaba Alba acariciaba mi cuerpo con su lengua y con sus manos. Mi excitación aumentaba al mismo ritmo que aumentaba la fuerza de mis embestidas, esto hizo que Lidia se corriera rápidamente, y aunque no dijo nada, sus espasmos de placer sí que se notaron. Alba al ver que Lidia ya se había corrido le dijo…
- Déjame probar a mí. Que ya llevo dos noches acostándome con Sergio y se ha corrido en mi culo, en mi boca, pero aún no se ha corrido en mi coño.
Lidia sonrió y le dijo…
- Pero como se puede ser tan guarra. Venga apóyate tú ahora en la barandilla que te veo muy cachonda.
Y así lo hizo. Ahora era Alba la que abría sus ...