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CAMPAMENTO – PARTE 7
Fecha: 05/12/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues
... penes empezaron a entrar al mismo tiempo en el culo de mi amigo, abriendo su ano de una forma increíble. Ambos hombres empezaron entonces a moverse dentro de él, embistiéndolo de forma violenta hasta hacer que empezara a pedir a gritos que se detuvieran, pero una vez más ninguno le hizo caso. Luego de varios minutos de penetración, Ángel sacó su pene y empujó a Pablo sobre la cama, haciéndolo caer boca arriba, exhausto y adolorido. Entonces ambos hombres empezaron a masturbarse sobre él, con sus penes apuntando a su rostro, y luego de unos segundos varios chorros de leche empezaron a salir de ambos, llenando por completo el rostro de Pablo. Ángel y Mat dieron un alarido de satisfacción y luego empezaron a limpiarse y a vestirse, mientras Pablo permanecía quieto sobre la cama, con el rostro y el pecho llenos de semen. ―¿Qué esperas? Límpiate y vete ―le gritó Ángel, tirándole una toalla en su rostro. Pablo se levantó adolorido de la cama, con un hijo de sangre corriendo por su pierna, y luego desapareció de la escena por un momento, para regresar luego de unos minutos ya limpio y vestido. ―Nos veremos la próxima vez ―se despidió Ángel y luego le dio una fuerte nalgada. Entonces ambos desaparecieron de la escena. Mi corazón continuaba latiendo fuerte, sin control. Aquello había sido ...
... muy impresionante. Las suplicas de Pablo y su rostro lleno de miedo y dolor se había quedado grabado en mi mente. Todo aquello era mi culpa, ya que yo fui quien los presentó… Por mí es que Pablo había caído en manos de aquel salvaje. De pronto Ángel volvió a aparecer en la escena y se dirigió directo a la cámara. ―Espero que te haya gustado el espectáculo, Adrián ―dijo, dejándome frio―. Y si no, estoy seguro que alguno de tus compañeros de cole si lo disfrutará. Mi cuerpo se heló al escuchar su amenaza… ¿Qué estaba tramando? ¿Acaso le iba enviar este video a todos en el colegio? ¿Por qué haría eso? ―Aunque si vienes a verme, tal vez podamos llegar a un acuerdo para evitar que todo el mundo se entere de lo putita que es tu amigo―continuó, y mi cuerpo se estremeció al darme cuenta de lo que quería―. Ya lo sabes… búscame. Me quedé quieto y en silencio por un buen rato luego de que el video terminara, pensando en lo que haría. Entonces el timbre de mi casa sonó y bajé de inmediato a ver de quien se trataba, con las palabras de Ángel aun rondando mi cabeza. Cuando abrí la puerta me encontré cara a cara con Pablo, quien tenía los ojos rojos de tanto llorar. Sin decir nada lo jalé dentro de la casa y luego lo abracé, sintiéndome terriblemente culpable por todo lo que le había sucedido.