1. CAMPAMENTO – PARTE 7


    Fecha: 05/12/2020, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... pene en la entrada de mi culo y empezó a presionar con fuerza, abriéndome con ambas manos las nalgas para que pudiera entrar mejor. A pesar de que no era la primera vez que me penetraba, mi ano aún no se acostumbraba a tremendo monstruo y por lo que siempre sentía dolor cuando entraba por primera vez. ―Ahhh… despacio… ahhh ―empecé a suplicar sin ganas, sintiendo como su tronco entraba centímetro a centímetro dentro de mí, ardiente y duro. Poco a poco mi recto se fue llenando nuevamente con su grosor, haciéndome arder más de deseo. Raúl me sujetó de la cintura y empezó a meter y sacar con fuerza, sacudiendo todo mi cuerpo con cada una de sus embestidas, llenando de placer cada rincón de mi piel. ―ohhh… sí… dámela toda… así… ―empecé a gemir, embriagado de goce. Su pene entraba y salía de mi culo con rapidez y sin ningún problema, como si fuera parte de mi cuerpo. Era excitante ser penetrado por mi hombre en la cocina, vestido sólo con un mandil y apoyado sobre la mesa. Me sentía deseado cada vez que Raúl me penetrada de esa forma tan pasional, sin parar de acariciarme y besarme Entonces mi hombre me sacó su pene de un golpe y luego hizo que me girara, sujetándome de la cintura y sentándome luego sobre la mesa. ―Piernas al hombro ―dije con una sonrisa, al recordar que era una de sus poses favoritas. Raúl esbozó una sonrisa pícara y luego me recostó sobre la mesa y levantó mis piernas sobre sus hombros. ―Tu sabes lo que me gusta, bebe ―dijo y al escuchar esa palabra de ...
    ... inmediato Cristian apareció en mi mente. Raúl nunca me había llamado de esa forma, siempre me decía peque o precioso… Pero ¿bebe? No, ese era el apodo que Cristian usaba para llamarme. De un solo golpe Raúl volvió a meter su enorme pene dentro de mi cuerpo, ahuyentando con placer el recuerdo de Cristian de mi mente. Sus embestidas aumentaron de ritmo y fuerza apenas cambiamos de posición, demostrando lo mucho que le gustaba aquella pose. Mi cuerpo se sacudía con cada metida, al igual que la mesa sobre la que me encontraba. Por un momento pensé que la romperíamos de tanto movernos. Entonces Raúl tomó mi pene entre sus manos y empezó a masturbarme, igualando el ritmo de sus movimientos con los de sus embestidas, como ya era costumbre para él. En sólo unos minutos mi cuerpo llegó nuevamente a aquel estado de éxtasis que sólo Raúl me había mostrado, dándome placer por ambos lados y llevándome al límite. ―Me vengo… me vengooo ―le avisé y de inmediato él saco su pene de mi culo y empezó a masturbarse, viniéndose casi al mismo tiempo que yo, mezclando nuestros semen sobre mi abdomen y llenando mi cuerpo de una cálida sensación de satisfacción. ―Aun no entiendo cómo puedes hacer eso ―dije entre jadeos. ―¿Qué cosa? ―preguntó, mientras cogía un trapo de la mesa y empezaba a limpiarme el semen del cuerpo. ―Venirte a voluntad… en el momento que quieras. ―Practica ―dijo con una sonrisa. ―Feliz Aniversario ―suspiré y luego lo besé, envolviéndolo con mis brazos hasta colgarme de su cuello. ―Te amo ...
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