-
LA CHICA DEL PEDO Y TODO EN REGLA
Fecha: 05/12/2020, Categorías: Fetichismo Autor: Morbograma, Fuente: SexoSinTabues
... Espero que le quede. Catalina, ya sin cerrar la puerta comenzó a ponerse el pantalón negro que había traído la mesera. - Creo que no me va a quedar –dijo Catalina- - Señorita, perdone que le diga… Pero… Qué pena decirle, pero… Alcanzo a ver sus panties y están empapados y completamente manchados. Sería mejor si se los quita para no mojar el pantalón y así evitar que le quede una nueva mancha en la entrepierna. La verdad, el pantalón era para una mujer con menos caderas y menos culo que Catalina y le iba a quedar bastante apretado. Así que ella hizo un gesto de aprobación y comenzó a quitarse los pantalones y los panties al frente nuestro. La mesera se quedó mirando la entrepierna de Catalina fijamente como quién curiosea la escena de un crimen. Yo me fijé más en los panties completamente húmedos. - Creo que va a necesitar un tampón… Ya lo consigo. - Yo tengo toallas en la cartera. - Pero no tiene panties para ponerse, así que no tiene donde colocar la toalla - ¡Qué bruta! Sí. Tiene razón. Estoy un poco lenta. Mientras nuestra mesera salía rauda por el corredor Catalina me miró con picardía y dijo: - Esta chica está bastante interesada en ayudarnos, ¿no? Me miró como con ganas, ¿no te parece? Antes de que yo dijera algo Catalina sentenció: - ¡Espera y verás! La mesera regresó con el tampón. - Aquí tiene señorita; una compañera me lo ha regalado. - ¿Me lo puede ayudar a poner por favor? Dijo Catalina con una seguridad pasmosa y en un tono bastante inesperado, tanto para la ...
... mesera como para mi. La mesera muy sorprendida, casi paralizada, solo dijo: - Señorita, discúlpeme yo… - ¡Por favor! Ya limpié tanto mis manos que no quiero ensuciarme y aquel –refiriéndose a mi- no tiene idea como ponerlo. La mesera no apartaba la mirada de la vagina de Catalina. - Señorita es que me parece esto un poco inapropiado. - Pues si te pareciera tan inapropiado ya te habrías ido. ¡Ven! Hazlo sin pena. Ayúdame un poco. Tu eres una mujer, ¿no? Sabes como se hace. La mesera me miró como buscando aprobación y yo, que no me habría imaginado este postre, afirmé con mi cabeza para darle ánimo a la mesera. - ¿Cómo te llamas? –Preguntó Catalina- - Vanessa - No te preocupes. A nosotros no nos da pena esto. No tiene por qué darte pena a ti. Dijo Catalina mientras nos agarraba a Vanessa (por fin tuvo nombre) y a mi por los brazos para entrar todos al baño de servicio. Catalina se puso de pie al lado del sanitario y abrió sus piernas para darle espacio a Vanessa quien ya desempacaba el tampón y lo acomodaba entre sus manos con la posición adecuada. Yo me acerqué en un ángulo ideal para ver esa deliciosa penetración. En ese instante Vanessa se arrodilló frente a la vagina de Catalina y con su mano izquierda comenzó a separar los carnosos labios de su hasta hace poco comensal, mientras preparaba el acercamiento final con su mano derecha. - Hazlo despacio… con calma –dijo Catalina- a una decidida y asombrada Vanessa- Nuestra, hasta entonces, mesera comenzó a introducir el tampón con ...