En un país extranjero
Fecha: 05/12/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Caro Moreno, Fuente: CuentoRelatos
Viajar y estar lejos de tu pareja puede traer tan gratas consecuencias como la que tendrá nuestra protagonista.
Hace 10 meses que estoy trabajando en el exterior por lo que Internet es una constante compañía y hace 4 meses descubrí esta página. Realmente la disfruto porque abrió mi cabeza mostrándome todas las variantes del sexo y como las personas pueden disfrutar de forma tan diversa y por sobretodo cuan insatisfechas están.
Este relato es mitad real y mitad fantasía porque cuando les conté a mis amigas argentinas por email, se desilusionaron del final, entonces me animé a imaginarlo como a ellas les hubiera gustado y me decidí a compartirlo con todos ustedes que tanto me han deleitado hasta ahora.
Me llamo Carolina, soy morocha, tengo 32 años de apariencia normal, poco busto, fui acomplejada en mi adolescencia, entonces me sentía un patito feo y por eso desarrolle la simpatía y la conversación como armas de seducción. Además mi carrera, soy ingeniera, no me permitía pasar horas en el gimnasio y nunca me gustó tampoco así que trataba de mantenerme en forma pero sin preocuparme demasiado por la dureza de mis carnes ya que si alguien iba a la cama conmigo era fruto de la seducción "intelectual" o "psicológica" y no de un buen par de tetas o una cola súper dura.
Ahora, como les comenté antes vivo sola en un país de medio oriente al que vine por una muy buena oportunidad profesional. Tengo mi novio en Argentina, mi país, esperándome así que acá me porto bien, pero ...
... por supuesto cada argentino nuevo que se integra a la compañía trato de hacerme amiga aunque sea para hablar en español y compartir la nostalgia.
Con Laniv fue distinto (Ni su nombre es argentino, en realidad el no nació en Argentina, pero si creció allá así que para el caso lo es), al principio no me cayó muy bien, me parecía agrandado y además hablaba el idioma local así que no sentía la misma necesidad que yo de comunicarse con alguien en otro idioma que no fuera el inglés, además vivía en otra ciudad así que me pareció imposible entablar amistad.
Hasta que un día las circunstancias hicieron que viajáramos juntos desde la universidad hasta la empresa y tuvimos oportunidad de conversar de cómo nos sentíamos en un país tan distinto, solos, etc. Para mi sorpresa él estaba experimentando todo lo que yo había pasado en mis primeros meses y me sentí muy identificada con él y mi actitud hacia el cambio, trate de ayudarlo en lo que pudiera ya que entendía perfectamente lo que sentía.
Así fue que cuando me comentó que quería ir a mi ciudad a conocer para después buscar departamento para mudarse, no dudé y le ofrecí quedarse en mi casa la noche que fuera para allá y venir juntos al trabajo al día siguiente. Yo vivo en un departamento amplio y con dos dormitorios así que no había ningún problema.
Esa tarde después del trabajo nos fuimos a mi casa, llegamos y pusimos música en español, y charlamos de todo un poco mientras tomábamos gaseosa y comíamos unas masitas.
Entre ...